En
el paseo campestre del pasado domingo, Antonio recogió del suelo esta piedrecita (64
mm. de altura) de cuarzo lechoso masivo, que presenta una geodita (13 mm.) con pequeños
cristales hexagonales de cuarzo lechoso en su interior.
Una vez limpiada
cuidadosamente del barro del camino, vi que el guijarro era un elemento
didáctico excelente para explicar la formación de cristales minerales.
Esto le
expliqué a Antonio y lo reproduzco aquí para otros “Antonios” que puedan estar
interesados
Empecemos
por el principio y ese principio es que este cuarzo lechoso, hace unos miles de
años cuando se formó, era una lava líquida rica en sílice, que se fue
enfriando.
Es blanca por la presencia de agua y aire en su interior.
Al enfriarse, el sílice se
fue concentrando formando la piedra blanca que vemos.
En una porción de mineral, en el proceso de enfriamiento, se formó una burbuja de gas que es lo que hoy vemos como geoda (hueco).
En el lugar en que
se formó la burbuja de gas, el sílice, al tener espacio libre, pudo adoptar la
forma natural de cristalizar de ese mineral, lo que no pudo hacer en el resto,
que tomó la forma masiva.
Si
miramos con atención la fotografía de detalle de la geoda, veremos que los
cristales han crecido hasta chocar con el techo y las paredes de la geoda, es
decir, hasta dónde han podido.
Si es bonito e interesante no te entusiasmes,
Antonio, o mejor, no os entusiasméis “antonios”, pues no es raro.
El cuarzo es
el segundo mineral más común en la corteza superficial de la Tierra. Eso sí,
tiene mil variantes.
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