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lunes, 16 de septiembre de 2024

Perast y bahía de Kotor. Montenegro.

 

Bahía de Kotor Montenegro. Foto: Antonio Asensi.

Mi intención primera Era agrupar las fotografías por temas, en distintas entradas.

Pero eso me complicaba mucho el trabajo.

Por ello voy a abrir entradas por cada grupo de fotografías.

Eso significa que te dejo a ti el trabajo de buscar a través del buscador del blog lo que te interese.

Eso sí, pondré en el título de cada entrada alguna de las palabras claves de la búsqueda, de cada tema, para que te sea más fácil.

Espero haber acertado.

Y si no resulta, ya pensaré algo distinto.

Perast. Montenegro. bahía de Kotor. Foto: Antonio Asensi,

Perast, bahía de Kotor, izda. monasterio de t. San Jorge. Montenegro. Foto: Antonio Asensi.



domingo, 15 de septiembre de 2024

Etología humana. Educación clase y sensibilidad.

 

 Educación clase y sensibilidad. Foto: libre, en Internet.

La educación es la forma básica de sociabilidad.

Los monos o los ornitorrincos no precisan de la educación, aunque en su defecto tienen hábitos o protocolos de comportamiento.

El hombre, en su racionalidad, precisa un elemento básico de convivencia, que es la educación.

Se puede convivir sin educación, pero esa convivencia suele acabar llegando a las manos.

Las normas de educación dan las fórmulas más elementales de comportamiento, para no molestarse unos a otros.

Por ejemplo, no se deben soltar pedos durante una comida con otras personas.

Dirás, eso es una tontería vidente.

Pues no, un pariente político de la familia G., que andaba derecho aunque estaba más próximo a los primates, en una comida de Navidad levantó una pata, soltó un pedo y detrás una carcajada por su gracia.

Aprovechó para romper accidentalmente, una copa con su pezuña.

Era un maleducado.

La educación puede adquirirse con la instrucción de los padres o la asistencia a una escuela.

Bueno eso era antes, hoy las escuelas no dan ninguna garantía de educación y algunos padres tampoco.

Pero lo que vengo a decir, es que la educación se compra con dinero o con atención.

Cualquier borrico con dos dedos de frente o con recursos económicos, puede llegar a ser educado.

Tener clase es un grado más.

Es un educado con tiempo y dinero para degradar a la educación.

Es una educación exacerbada, que a una persona normal no le atrae.

Es el gótico flamígero.

Es la educación del pijo.

A mi modo de ver, ser educado es básico y tener clase, se puede soportar si el que la tiene sabe cómo y dónde usarla.

Pero la sensibilidad es otro nivel.

No depende del dinero, ni del estatus social, ni del sexo, ni de la raza.

Se tiene sensibilidad o no se tiene sensibilidad.

El ambiente puede ayudar o perjudicar pero es difícil que el ambiente erradique la sensibilidad de una persona.

Una persona sensible y educada, es un elemento importante en cualquier sociedad.

Se puede ser aristócrata e imbécil.

Y también se puede ser educado e imbécil.

Pero es difícil que una persona sensible sea imbécil.

Aunque la racionalidad humana, puede adquirir niveles que alcancen cualquier desafío.


viernes, 13 de septiembre de 2024

Un aborto con mil vidas y la actualidad de la sala cardenal Carles.

 

No voy a entretenerme repitiendo, aunque sea con otras palabras o matices, lo que ya he escrito en otras entradas.

La sala cardenal Carles, era un espacio que diseñé con mi criterio pedagógico, ensayado durante más de veinte años, para enseñar naturaleza a los niños.

Uno de los primeros reconocimientos que tuvo este método, fue su especial valoración en las primeras jornadas sobre educación ambiental (Sitges, 13 a 16-10-1983).

Desde el principio de este trabajo, estudié, luz espacio y contenidos, para que atrajeran la atención de los niños y estimularan su interés por aprender.

La colección y su particular exposición, tuvieron mucho éxito durante más de tres lustros, hasta que llegó a Barcelona y se instaló en el seminario.

Dicen que esa provincia de Cataluña, es la más laica de España.

No lo sé, pero lo cierto es que nos comentaron algunos de los visitantes, que en los institutos recibían instrucciones de no visitar la sala, por encontrarse en el seminario, un recinto católico.

No importaba quienes lo gestionábamos.

Lo que importaba es que era que se trataba de un recinto con significada imagen católica,

No podía luchar contra semejantes elementos.

No tenía fuerzas, ni ganas.

Una cosa es luchar contra molinos de viento, y otra enfrentarse a la sociología.

Desde que nació, la colección que integraba la sala, me había enfrentado al partido socialista en Granada y Almería.

Al partido popular en Almería.

Al partido andalucista en Almería.

Fue el coste del pensamiento libre.

La sala, en Barcelona, duró lo que duró, que fue mucho gracias a la resistencia pasiva del seminario y al esfuerzo activo del museo.

El seminario me ofreció subvenciones para mejorar el espacio, pero no las acepté, porque la mejora sustancial que necesitaba la sala, no se arreglaba con un lavado de cara.

El proyecto que tenía pensado era demasiado caro como para enredar el seminario con unas perspectivas de asistencia precaria, en vista del ambiente, que paradójicamente contrastaba con la satisfacción de los institutos que visitaban la sala.

Mi proyecto era tirar el dinero.

Podría haberlo intentado, pero no con los recursos tan escasos de una institución que tantas necesidades sociales imperiosas tiene.

Y en el si sí, si no, en febrero de 2014, el Guionista hizo como si me llamara, pero cambió de idea medio camino.

Ya conocía la broma, por lo que no me vino de nuevo.

Me quedé aquí, pero todo cambió.

Había llegado a tiempo para sustituir el tenebroso muro que rodeaba el seminario, por una magnífica valla de diseño.

Y para despejar un trastero rebosante de suciedad y trastos, dejándolo en una luminosa sala docente, por la que pasaron cientos de niños hasta que dejaron de pasar, en parte por las circunstancias que he comentado.

Hoy la luminosa y moderna sala diseñada para niños, se ha fundido con la vetusta, venerable, oscura y centenaria sala del Museo Geológico, que fundaron y gestionaron curas sabios, doctores en geología, para mostrar la historia geológica de Cataluña.

No creo que haya en ninguna ciudad española, incluida Madrid, un pozo de ciencia geológica local, tan rico como el que tan descuidado está, en el museo geológico del seminario de Barcelona.

Y para disgusto de muchos, creado y mantenido por curas católicos, que la decadente sociedad burguesa actual enfrenta a la ciencia.

Me apena pensar en el nivel intelectual de los alumnos de esos institutos catalanes que confunden el culo con las témporas.

Cuando en alguna ocasión he estado de monitor con alumnos de cursos superiores, he quedado asombrado de ver, no solo el poco conocimiento que tienen de la naturaleza, sino del poco interés que tienen por adquirir conocimiento.

Y es que los que hicieron a Cataluña grande, están criando malvas, mientras se aprovechan de esa grandeza los zánganos de la colmena. incluidos laicos sin futuro académico.

No hablo del estatus clerical, que hace lo que puede en esta tempestad, sino de las autoridades políticas que calientan sillones y hacen otras cosas que no detallo por deferencia a la audiencia y por la más prudente autocensura, como elemento de supervivencia.

Pues ya, con un pie en el estribo, me gustaría acabar cabalgando con dignidad.

O sin dignidad, pero subido al caballo.

O a la mula.

O a la burra.

O en la caja y en un carro, que, al fin, la memoria de estos testigos es tan flaca, que da lo mismo como acabe uno, pues al rato está olvidado.



jueves, 12 de septiembre de 2024

Montenegro. Cantos rodados pintados.

 

Turismo, centro de Kotor. Montenegro. Al fondo, macizo cárstico. Foto: Antonio.

Canto rodado pintado,  souvenir de Perast. Kotor. Montenegro.


Canto rodado pintado,  souvenir de Perast. Kotor. Montenegro.

Islote de San Jorge. Montenegro Foto: Antonio Asensi.
Montenegro. Foto: Antonio Asensi.



La vitalidad de este blog.

 


Procuro ser constante en realizar nuevas entradas en el blog.

Porque me entretiene y me apetece.

Pero lo cierto es que también dedico tiempo a completar entradas pasadas, añadiendo documentación.

También me apetece y me entretiene.

Cuando no se ven entradas nuevas, puede parecer que el blog está inactivo, pero no es así.

He consultado internet y he visto que se puede hacer un seguimiento del blog para ver si hay nueva información en él.

Con esta opción quedo tranquilo, pues no tengo que avisar de añadidos sustanciales.

Lento pero seguro.

Como el caracol.



lunes, 9 de septiembre de 2024

A propósito de la yuca, ... soy disperso.

 

Yucca aloifolia.
Yucca aloifolia.

Me decía Daniel; eres muy disperso.

Ya he comentado en otro lugar esta opinión refiriéndose al blog.

Nunca le dije que no y ahora lo confirmo con mi actitud.

Voy a hablar de la yuca.

Y es que desde el crucero, tengo la obsesión de que me falta masa muscular.

Más que una obsesión es una realidad.

No ando lo suficiente, como poco y bebo menos.

Así no se puede ir por el mundo.

El otro día decidí alimentar mi obsesión, saliendo a pasear.

El paseo duró una hora y acabé cansado.

Si fuera un idiota diría; cansado no, lo siguiente.

Pero diré, que acabé muy cansado.

Podría decir también, cansadísimo.

En el camino me crucé con una yuca.

Me gustó su estética y me relajó su presencia, por lo que le hice unas fotos con mi zapatófono pensando en ti, para que la disfrutaras igual que mí.

Por yuca se entienden varias cosas, pero me refiero a la Yucca aloifolia, una planta con las hojas como dagas, que si las tienes a la altura de la cara te puedes llevar un susto con un ojo.

Pero para que eso suceda o eres muy alto o la yuca está muy mal puesta, porque es una planta con buen porte.

En lo que se refiere a mi tendencia a la dispersión que denunciaba Daniel, diré que cuando estoy ocioso y me entretengo con YouTube, me aburre tratar siempre de lo mismo, hasta que al fin lo dejo, ya harto.

No sé qué tiene YouTube, que, tratando temas distintos, aburre como si estuviera hablando siempre de lo mismo.

Será que me cansan los títulos engañosos o los contenidos despersonalizados, fruto de la inteligencia artificial. Demasiado perfeccionismo.

Y es que eso es lo que es, un negocio.

Y en la producción industrial no caben imperfecciones.Espero que a mí no me ocurra lo mismo.

Aspiro a parecerme al Popular Mechanics de mi niñez.

Pero sin pasarme, claro.

Y tocando de pies a tierra, que esto no es américa.

Creo que he estado muy disperso, con la excusa de la yuca.

 

Cito a Daniel.


Y aquí también.



sábado, 7 de septiembre de 2024

Pros y contras de un crucero muy guay al Canal de Corinto (Grecia). Un paseo por el barco anfitrión.

 

Le Bougainvile. A la izquierda, la señora Regidor. A la derecha, la señora Smith, recargando el termo para las excursiones, con el agua ilimitada de la depuradora.
Le Bougainvile. Preparando meticulosamente uno de los salones. Al fondo, la toldilla, otro espacio para refrigerios, pero al aire libre.


A estas alturas del crucero, me empieza a tocar las narices comer y beber a destajo.

Es cierto que como poco y bebo menos y sólo agua y zumos.

Pero también es cierto, que muchos pocos hacen un mucho.

A eso, hay que sumar el aire acondicionado.

Pasamos de los 40 grados centígrados a un lado de la puerta a unos 17 grados centígrados al otro lado.

Eso no puede ser bueno.

Llevo dos días en los que voy por el barco con sombrero y chaqueta. Ayer visité la enfermería.

Pronto empezaré a pensar, que preferiría ver todo esto en los calendarios de cocina.

Viajar, empieza a parecerme una antigualla con raíces en el siglo pasado.

Hoy, para ver cómodo y seguro un paisaje o una ciudad, nada mejor que un reportaje, visto derribado en el sofá, con unas palomitas y un refresco a mano.

El wc de aquí es magnífico y está muy limpio. No, limpísimo y lo tienen al día.

Pero no hay bidé y qué es un palacio sin bidé?

En esta tesitura pasan los días en un crucero.

Comida, bebida, fiestas, que organiza la empresa para distraer al pasaje y excursiones a lugares de interés en el camino.

Iré matizando en lo sucesivo, pero aquí voy a ser muy conciso, pues ya está Wikipedia para hacerme el trabajo de becario.

Del comercio y del bebercio ya he hablado.

Alguna fiesta. Pero contada.

Conferencias interesantes en inglés, dictadas por gente inteligente.

Actuaciones en directo, de calidad.

Y tiempo para pensar.

Le Bougainvile, lavamanos y ducha.

Lavamanos, imprescindible a todas horas.


Ducha, para los que están sucios.

Sé que presentar la taza del wc tiene mucha audiencia, sobre todo si hay alguien en actitud de  utilizarla. Pero no estoy para vulgaridades.


Le Bougainvile. Vestidor.

Puesta de sol desde Le Bougainvile.


Ocaso. Pequeña piscina termal iluminada.

Cualquier momento es bueno para un postre.






jueves, 5 de septiembre de 2024

Saber y conocer. Sobre el magnolio y el curare.

Magnolio (Magnolia) flor y fruto. Detalle.
Magnolio (Magnolia) y semillas. Detalle.

Me anima ojear una guía de campo de la naturaleza, pues me da la impresión de que sé mucho.

Llevo tantos años viendo y leyendo sobre animales, plantas, minerales y rocas, que normalmente me basta un vistazo para ver de qué se trata lo que miro.

En mi biblioteca, con cerca de tres mil ejemplares de libros sobre la naturaleza, podía encontrar lo que buscaba yendo a tiro hecho, al libro donde se encontraba.

Sin embargo, si me pongo a leer tratados sobre la naturaleza, la cosa cambia.

A medida que profundizo sobre las intimidades de las cosas, me van surgiendo cada vez más dudas, que resuelvo profundizando en el tema.

Pero siempre, encuentro un punto en el que no puedo profundizar más porque no encuentro documentación o mis luces no llegan.

Y entonces se me bajan los ánimos, porque me doy cuenta de que sé muy poco sobre la naturaleza.

¡Más de cuarenta años de estudio y estoy en pañales!

Por eso no aspiro en el blog a enseñar nada nuevo sobre la naturaleza, sino simplemente intento hacer pensar sobre ella, para que cada uno descubra.

 ¿Cómo intento conseguir eso?

Pues contando anécdotas personales y ofreciendo imágenes de cosas comunes, desde ángulos distintos.

Pero no tengo cierto que tenga éxito.

Me parece que el vistante lee poco y que las fotos con nuevas perspectivas no le atraen, bien porque son poco comunes, bien porque no le llaman la atención, precisamente por ser distintas o poco comunes.

La mayoría de las personas buscan cosas que les suenen, pues las cosas nuevas les dan que pensar y pensar suele considerarse peligroso o incómodo.

¡Cuántas personas no me han dicho; piensas demasiado!

Cuando el pensar es ordenado y bien dirigido, nunca puede ser demasiado.

Veo que las entradas más visitadas del blog, son las más espectaculares y vulgares.

Y las menos visitadas, las que presentan imágenes poco conocidas, que explico en el texto que las acompaña.

Pero claro, para entenderlas hay que leer y leer es una rareza en el español medio.

Podría tener éxito sin esfuerzo tirando de vulgaridades.

Pero no me apetece.

La entrada de hoy es un ejemplo de lo que quiero decir.

El Título es anodino.

Y la imagen otro tanto.

Sin embargo, es el pedúnculo de la flor de magnolio, Magnolia.

La aparición de este árbol se remonta, según autores, a cien millones de años, estando entre las primeras plantas con flores con un aspecto parecido a las actuales.

De un árbol emparentado, se extrae el curare, ese conocido veneno que se aplica a las flechas, donde se aplica.

Su flor es una pieza de otra dimensión; ¡cien millones de años sobre el planeta!... y sus semillas una rareza de germinación.

Se extendió en gran parte de hemisferio Norte, pero su área se fue reduciendo al lejano oriente.

¡Y pasamos a su lado como si nada!

He traído al blog imágenes de géneros y especies de fósiles que sólo se pueden ver en mi página.

Con esas imágenes distintas de cosas comunes, quiero ayudar en mi modestísima proporción, a despertar el gusanillo del conocimiento y a que no les pase a otros lo que me ha pasado a mí, buscando imágenes a través de Google, que no aparecen porque son perspectivas inéditas de algo común.

Vistante, has de leer más y bajar el listón de tu capacidad de sorprenderte.

Solo así podrás ver la naturaleza con una visión, aufklärung, expresión que no sé qué significa académicamente, pero que, para los wagnerianos, significa ver el mundo en su contexto, con una visión global.

No en su mero detalle.

Su equivalente en el mundo de la naturaleza, sería la diferencia entre ser naturalista o un empleado universitario, que cuenta las patas de un milpiés, para luego deducir que el animal puede llamarse milpiés.

Y luego publicarlo, en inglés.




domingo, 1 de septiembre de 2024

Velas frente a Croacia y goletas turcas.

 

Navegando por el Adriático.

Goleta turca frente al puerto Fórum de Barcelona.

Las goletas turcas son unos barcos construidos en madera con aparejo de goleta (en esencia dos palos y velas cangrejas).

Por lo general están destinadas al turismo.

No son barcos rápidos, pero sí admiten comodidades e inspiran aventura.

En un momento estuvieron tan de moda que, en Barcelona, se constituyó una asociación de propietarios de goletas turcas.

Se llamaban así no sólo por el modelo, sino porque se construían en Turquía.

Buenas, bonitas y baratas.

Conocí al presidente de esa asociación y a su padre, que entonces era récord Guinness de cartas al director.

El padre era un periodista muy culto, inquieto y tremendamente agradable en la conversación.

Sabiendo que sufría una enfermedad que inevitablemente le llevaba a un mal fin, escribió una carta póstuma para que fuera enviada a sus personas próximas y amigos.

Tuve el honor de contar entre esos destinatarios y recibí su carta por correo electrónico una vez que había fallecido.

Resultó una sensación extraña pero vital.

Todavía la conservo, junto con otra media docena de correos electrónicos que merece la pena conservar.

La goleta turca es un barco para llevar pasaje y hacer turismo náutico, pero no para navegar.

Bueno por descontado que navega, pero el aparejo de goleta es muy complejo, precisa tripulación profesional y el barco es muy pesado para lo que hoy se busca en la navegación deportiva e incluso turística.

Vamos que es cara y lenta, aunque espaciosa.

De hecho, no veo navegar goletas turcas en la costa catalana y en este viaje vi la que presento y no vi ninguna más y sí muchos barcos de fibra de vidrio con aparejos marconi.

La goleta del vídeo no lleva el aparejo clásico y está preparada como la de la foto de la goleta turca frente a Barcelona.

Mi primer barco, el CRIS 1 llevaba el aparejo tradicional parcial de goleta (no izaba escandalosas) y era ingobernable a vela con mal tiempo, con una eslora de sólo 15 metros.

Ahora bien, la tripulación no profesional, era de entre diez y quince personas, casi todos jóvenes de alrededor de quince años.