Magnolio (Magnolia) flor y fruto. Detalle. |
Magnolio (Magnolia) y semillas. Detalle. |
Me anima ojear una guía de campo de la naturaleza,
pues me da la impresión de que sé mucho.
Llevo tantos años viendo y leyendo sobre animales,
plantas, minerales y rocas, que normalmente me basta un vistazo para ver de
qué se trata lo que miro.
En mi biblioteca, con cerca de tres mil ejemplares de
libros sobre la naturaleza, podía encontrar lo que buscaba yendo a tiro hecho, al libro donde se encontraba.
Sin embargo, si me pongo a leer tratados sobre la
naturaleza, la cosa cambia.
A medida que profundizo sobre las intimidades de las
cosas, me van surgiendo cada vez más dudas, que resuelvo profundizando en el
tema.
Pero siempre, encuentro un punto en el que no puedo
profundizar más porque no encuentro documentación o mis luces no llegan.
Y entonces se me bajan los ánimos, porque me doy
cuenta de que sé muy poco sobre la naturaleza.
¡Más de cuarenta años de estudio y estoy en pañales!
Por eso no aspiro en el blog a enseñar nada nuevo
sobre la naturaleza, sino simplemente intento hacer pensar sobre ella, para que
cada uno descubra.
¿Cómo intento
conseguir eso?
Pues contando anécdotas personales y ofreciendo
imágenes de cosas comunes, desde ángulos distintos.
Pero no tengo cierto que tenga éxito.
Me parece que el vistante lee poco y que las
fotos con nuevas perspectivas no le atraen, bien porque son poco comunes, bien
porque no le llaman la atención, precisamente por ser distintas o poco comunes.
La mayoría de las personas buscan cosas que les
suenen, pues las cosas nuevas les dan que pensar y pensar suele considerarse
peligroso o incómodo.
¡Cuántas personas no me han dicho; piensas
demasiado!
Cuando el pensar es ordenado y bien dirigido, nunca
puede ser demasiado.
Veo que las entradas más visitadas del blog, son las
más espectaculares y vulgares.
Y las menos visitadas, las que presentan imágenes
poco conocidas, que explico en el texto que las acompaña.
Pero claro, para entenderlas hay que leer y leer es
una rareza en el español medio.
Podría tener éxito sin esfuerzo tirando de
vulgaridades.
Pero no me apetece.
La entrada de hoy es un ejemplo de lo que quiero
decir.
El Título es anodino.
Y la imagen otro tanto.
Sin embargo, es el pedúnculo de la flor de magnolio, Magnolia.
La aparición de este árbol se remonta, según
autores, a cien millones de años, estando entre las primeras plantas con
flores con un aspecto parecido a las actuales.
De un árbol emparentado, se extrae el curare,
ese conocido veneno que se aplica a las flechas, donde se aplica.
Su flor es una pieza de otra dimensión; ¡cien
millones de años sobre el planeta!... y sus semillas una rareza de germinación.
Se extendió en gran parte de hemisferio Norte, pero
su área se fue reduciendo al lejano oriente.
¡Y pasamos a su lado como si nada!
He traído al blog imágenes de géneros y especies de
fósiles que sólo se pueden ver en mi página.
Con esas imágenes distintas de cosas comunes, quiero
ayudar en mi modestísima proporción, a despertar el gusanillo del conocimiento y
a que no les pase a otros lo que me ha pasado a mí, buscando imágenes a través
de Google, que no aparecen porque son perspectivas inéditas de algo
común.
Vistante, has de leer
más y bajar el listón de tu capacidad de sorprenderte.
Solo así podrás ver la naturaleza con una visión, aufklärung, expresión que no sé qué significa académicamente, pero que, para los wagnerianos, significa ver el mundo en su contexto, con una visión global.
No en su mero detalle.
Su equivalente en el mundo de la naturaleza, sería
la diferencia entre ser naturalista o un empleado universitario, que cuenta las
patas de un milpiés, para luego deducir que el animal puede llamarse milpiés.
Y luego publicarlo, en inglés.
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