De derecha a izquierda, Angélica, Antonio y pirámides, con la comparsa de camellos. |
Vale, ya he hablado de Egipto sin enseñar las pirámides y antes de que alguien proteste, aquí traigo las imágenes de esas construcciones monumentales y magníficas.
De acuerdo se ven en muchas fotos y las tenemos
grabadas en nuestro cerebro, pero creo que es una obligación cultural el verlas
al natural. Eso sí con precaución y en la temporada adecuada por el calor y el
público.
Las infraestructuras turísticas egipcias no son las
más adecuadas, ni para disminuidos físicos ni para personas con una edad algo
avanzada.
Tengo ambos requisitos y las he visitado de nuevo. Es
decir, que lo que hago es recomendar prudencia, pero no recomendar la
abstinencia.
Si Dios quiere, volveré a visitarlas con más años y con
más disminución. Pero de otra forma.
Por lo pronto olvidándome del RACC (Real automóvil
club de Cataluña) como agencia de viajes y por otro lado, eligiendo los
destinos concretos que quiero ver, el hotel en que quiero estar y los tiempos
en que quiero descansar.
Se acabó el que me amarguen ese delicioso país
moviéndome a golpe de pito y pisando, a tiro hecho, los escasísimos charcos
en los que se puede meter uno en Egipto.
Y desde luego con una agencia de viajes seria, no
con lo que me pareció la enésima subcontrata de una agencia de viajes en que el
nombre cubre un vacío absoluto de profesionalidad.
No tendría espacio en el blog para ilustrar ni
sucintamente cada uno de los lugares interesantes de Egipto.
Por lo que voy a citar muy poquito de la panoplia
cultural de ese país.
Y empiezo por tres, de las decenas de pirámides que
hasta hoy se han descubierto en Egipto. A cuál mejor y más intrigante. Keops Kefrén
Micerino.
Como epílogo,
Saqqara, todavía en estudio y de la que estoy leyendo nuevos descubrimientos.
Las imágenes valen más que mil palabras.
Y omito las palabras porque creo que en pocos años
la investigación arqueológica nos va a dejar muchas sorpresas.
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