Dedico esta entrada a mi paciente, generoso y
querido amigo, Alfonso F.
Gracias por todo.
Cuando pregunté en eso que llaman agencia de viajes del RACC, sobre los cruceros por el Nilo, lo primero que me dijeron es que los cruceros no son como otros, haciéndome clara alusión a los cruceros que navegan por el Rhin.
Fue una observación evidentemente cierta pero
íntimamente injusta.
Y por descontado, inapropiada para una agencia de
viajes que vive de viajes a Egipto, entre otros.
Los cruceros que navegan por el Nilo tienen aspecto
de caja de zapatos con ventanas. Pero no puede ser de otra manera en un gran
barco que navega por un río tropical, en este caso el río más largo del mundo.
Estos cruceros han de albergar a mucha gente y
navegar con seguridad por un río con riberas y fondos irregulares y vegetación
arrastrada por la corriente.
No sé a que juegan, es solo para mostrar el crucero por dentro. Comedor. Foto: Chat Egipto. |
Para evitar los problemas que presentan las hélices
en esas aguas, se propulsan por turbinas y tienen un calado de dos metros.
Con estas limitaciones de diseño, el barco sale como
sale; una caja de zapatos con ventanas.
Pero el interior es cómodo, simpático y en algunos
rincones incluso acogedor, lo que es injusto omitir cuando se habla de esos
cruceros y más cuando el que habla es presuntamente un profesional del gremio.
Bufet libre a bordo. |
Ingeniosos los egipcios, ¿no? Pero poco avizores. Habitación. |
Bufet libre a bordo. |
Bufet libre a bordo. ¡Hasta se atreven con la paella! |
Bufet libre a bordo. |
La comida es occidental con toques autóctonos,
siempre agradable y digestiva, si bien hay que ser prudente con el agua o con
productos como las ensaladas que han tocado el agua, pues esa sencilla y vital
bebida es causa tradicional de bajas entre los turistas.
Para ser sinceros, en nuestro grupo que debíamos ser
unas veinte personas, no hubo, que yo sepa, una baja, es decir, un 0% de los
expedicionarios.
Pero la moraleja no es esa, sino que yendo con un
mínimo de cuidado ese inconveniente está salvado, aunque ciertamente es un
incordio.
Por mi deformación intelectual no pensé en eso sino en algo más.
El agua se paga aparte y cada persona consume al día por lo menos dos litros de agua más las bebidas o refrescos que sean.
¿Cuántos turistas
tiene al año Egipto? Por estas fechas
leo que más de trece millones. Multiplícalo por dos o por tres lector y te
podrás hacer una idea de la cantidad de materia prima necesaria para fabricar
esas botellas de agua, que probablemente se devolverán al medio tal cual pero arrugadas. Las arrugas no contaminan, pero lo otro sí.
La venta de agua embotellada es un gran negocio para
Egipto, pero una verdadera pesadilla para la naturaleza.
Hablo por boca de ganso porque no sé si los
barcos llevan depuradora, y en caso de llevarla, hasta qué punto están bien
mantenidas y son eficaces.
Si todas las respuestas no son negativas entonces es
un verdadero desastre.
Río arriba el agua se ve bien, pero del ver al beber
hay un abismo.
Buscando pececillos en aguas claras, arriba del Nilo. |
Aguas abajo ni te digo, que diría un castizo.
En fin, que dentro de Egipto el agua se paga aparte,
cara pero fría, lo que es un detalle, menos, para el gaznate.
Para tu consuelo, te diré que, si buscas en internet
eso del reciclaje de botellas en Egipto, verás que ya están poniendo hilo a la
aguja.
Riberas del Nilo. |
Cubierta superior y luz de proa. |
Puerta estanca de seguridad. |
En los barcos y en la mayor parte del territorio
egipcio olvidémonos de la accesibilidad.
Los barcos tienen varios pisos comunicados por
escaleras empinadas.
Los monumentos son inaccesibles para un disminuido
físico, pero desde mi lugar puedo decir que es completamente comprensible que
sean inaccesibles, pues no está el horno para bollos.
Creo que el hotel de última jornada sí que era accesible. Los egipcios son gente lista, pero necesitan tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario