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miércoles, 15 de octubre de 2025

La ballena, el codicioso impaciente, 2… y los arrecifes artificiales de Barcelona.

Imágenes prensa (ver detalle).

 

Arrecifes artificiales en Barcelona, con copias no autorizadas de los módulos de Ramón Luis Mota. y Asensi. Afoto, el far.


En la entrada; inteligencia artificial y docencia, hace cuarenta años, hablo de que La Caixa intentó en su día, copiar las formas innovadoras de mi programa docente Barcelona i la Mar y lo único que consiguió fue una muerte lenta a una serie de animales marinos, que mantenía en acuarios.

Y luego te digo que algo similar pasó con una ballena que apareció muerta en el puerto de Barcelona y que me pidieron me deshiciera de ella.

El punto en común que tienen estas dos situaciones, es que actuaciones mías pensadas con tiempo y meticulosidad para que salieran bien, acabaron regular, por la intervención de un imitador inepto.

En el caso de la ballena, lo dejé todo preparado para rescatarla en su momento, limpiarla y montarla para exhibirla.

Pues bien. Después de enterrarla en Esplugues, me fui a Almería, como ya he explicado en este blog y estuve aprovechando el tiempo, conociendo aquel lugar y sobre todo su geología, que es apasionante.

Un día estaba en el cortijo y sonó el teléfono.

Me llamaban del CRIS de Barcelona, y me decían que habían intentado desenterrar la ballena y que los huesos estaban muy sucios y que no sabían que hacer. Que lo volvían a tapar todo.

Me sorprendió, pero lo entendí.

El alto precio de un esqueleto de ballena hizo que cogieran una excavadora se pusieran a excavar y se llevaran el chasco.

Creo que, en aquel momento, solo había una persona en España que podía dirigir la operación de reconstrucción de un esqueleto de la ballena.

Esa persona era Salvador Filella con quién tenía muy buena relación y al que me llevé a Almería cuando encontré allí el esqueleto fósil de ballena.

Desde el principio contaba con él para el trabajo de reconstrucción, pero como nunca habíamos hablado en serio de esa parte del proceso con el CRIS, esperando que llegara el momento de proceder.

Pero hete aquí que un impaciente codicioso, decidió, por su cuenta y sin ningún conocimiento, iniciar un proceso que él debería creer que era como montar un puzle.

La Caixa en una mera acción de imitación, se cargó a unos animales y rompió con una dinámica de docencia. En lugar de buscar al autor y pedir consejo, en un alarde de ignorancia machacó una idea.

Juan B., en nombre del CRIS, en otro alarde de ignorancia, ignoró al autor y se cargó un proyecto.

Como no hay dos sin tres, cuando el ayuntamiento de Barcelona decidió poner un arrecife artificial en frente de la ciudad, se asesoró con un inepto inexperto al que llegué a conocer por su rastro de incompetencia, Ignoraron a quien inició la construcción de arrecifes artificiales en España, construyendo arrecifes en el Mediterráneo y en el Atlántico.

Los políticos prefirieron a un charlatán paniaguado.

Me dijeron que lo primero que hizo, fue viajar a Brasil con presupuesto municipal y un séquito de políticos, para ver que eran esas cosas de los arrecifes.

Me fastidió un poco que me ignorasen y que dilapidasen dinero público. Un servidor era quien había iniciado este tema en España y el que tenía mayor experiencia, con diferencia abismal, en construcción de arrecifes artificiales. Pero entendí que el objeto era el viaje de gratis total y para eso no me necesitaban.

Al contrario. Conmigo no hubiera viajado nadie.

No les avergonzó plagiar mis módulos, diseñados en su día con la colaboración técnica de Ramón Luis Mota y su gabinete.

No hubiera aceptado ese proyecto al lado de incompetentes consumidores de fondos públicos.

Sí me hubiera gustado realizar el proyecto con mi equipo, que había sido siempre de personas con moral intachable y trabajadores duros.

En el libro El cultivo del mar hablo de ello y no se me ocurre que pudiera encontrar gente mejor que Ramón Luis Mota, el equipo del CRIS o los hermanos Barón.

Siempre me he rodeado de personas excelentes, empezando por Mamen, siempre incondicional al pie del cañón, que me han ayudado a llevar a buen fin lo que me he propuesto.

No sé cómo acabaría esta obra municipal.

Probablemente mal, como las del torpe seguidismo del CRIS o de La Caixa.

Y es que en España seguimos en la picaresca de vivir sin trabajar o de vivir del trabajo ajeno.


Inteligencia artificial y docencia, hace cuarenta años.


 


martes, 14 de octubre de 2025

La ballena y el codicioso impaciente, 1.

 

La Razón, jueves 29 de marzo de 2001.


Ayer me pasé en la extensión de la entrada.

Me han regañado y me doy por aludido.

Seré breve en los prolegómenos y escueto en el desarrollo.

Traen una ballena muerta al puerto de Barcelona.

Eso es un problema

La capitanía militar de marina de Barcelona, hurga en el ambiente de gente relacionada con la mar y sus bichos que vivan en Barcelona y aparece en la lista, como siempre entonces, un servidor.

Me piden que el saque del agua y me deshaga de ella.

Naturalmente, de gratis.

No encuentro un buzo que quiera liarse en la arriesgada tarea de embragar al animal y tengo que hacerlo yo.

Ramón Luis se encarga de buscarme una grúa poderosa y un camión con tráiler para cargarla. Son elementos de su oficio.

Camión y grúa creo que los paga el CRIS.

Un domingo por la mañana, nos reunimos en el puerto para cargarla, atravesar Barcelona a una hora intempestiva para no encontrarnos con gente y por la tarde estamos en el local social del CRIS, entonces en Esplugas del Llobregat.

En los terrenos del CRIS, una excavadora ya ha abierto la tumba junto a las pistas de tenis.

Metemos dentro a la ballena y la enterramos. Fin de la historia.

Cuando pase el tiempo adecuado, desenterraremos el esqueleto, limpiaremos los huesos, los armaremos de nuevo y el esqueleto de ballena tendrá su lugar, en el futuro museo oceanográfico del CRIS.

Para entonces ese esqueleto de ballena valdrá en el mercado unos siete millones de pesetas.

No sé lo que vale hoy en el mercado, en euros, un esqueleto de ballena de 22 metros.

Probablemente no se encuentren.

Como siempre, en su momento, el CRIS será el punto de atención del mundo del submarinismo.

Pero teniendo todas las bazas a favor, el asunto no salió como se tenía previsto.

No por una catástrofe o una hecatombe, si no por la tontería de un empleado del CRIS, que tenía entonces una influencia por encima de su capacidad.

Pero he dicho que voy a ser breve.

Y cumplo.

Si tengo ánimos, otro día devanaré el ovillo.

 

lunes, 13 de octubre de 2025

Inteligencia artificial y docencia, hace cuarenta años.

 

A Jordi Ardid.


Aula del segundo local, en el puerto de Barcelona, de Barcelona i la mar.

Este domingo por la tarde, estudiando un poco por encima, el asunto de la inteligencia artificial, me vino a la cabeza una actividad que realizaba en el programa Barcelona i la mar, que bien podría entenderse como una actividad pionera de inteligencia artificial aplicada a la docencia. Inteligencia artificial en su esencia y estructura, pero con unos medios limitadísimos, propios del tiempo en que realizaba la actividad, los años ochenta y de mis recursos económicos.

Quiero antes dejar bien claro que no tengo relación profesional con la informática y no soy ducho en esa habilidad, de tal modo que cuando entro en terrenos un poco complejos, recurro siempre a un informático profesional.

He hablado en varias ocasiones del programa Barcelona i la mar y hasta ahora no he caído en que el lector se habrá preguntado por qué pongo una i latina en lugar de una i griega (y), que es lo que procedería.

La razón está en que la denominación es en catalán y en catalán se escribe con i latina, por eso lo pongo siempre en cursiva salvo en los títulos de las entradas que lo pongo entrecomillado, porque no sé si deja, o no sé ponerlo en cursiva.

Dicho esto, voy al meollo de la cuestión.

Barcelona i la mar pasó por varias etapas, porque debía ir adaptando el programa a las posibilidades de local que tenía a mi disposición en cada momento. No sé si podría decir que el programa era una versión semejante a la historia del holandés errante.

Cuando conseguí una estabilidad que al final resultó relativa del local, decidí que las vitrinas en las que se exhibían los ejemplares dedicados a la docencia de los alumnos, estuvieran abiertas para que los chavales, además de ver el material, lo pudieran tocar.

Era una apuesta arriesgada pues si bien me ocupé de que no hubiera ejemplares frágiles, no tenía modo de evitar que se los llevaran.

El que los pudieran tocar tenía su fundamento en que la textura y el peso daban mucha información al alumno, información que no se podía obtener por la simple observación del ejemplar en la vitrina.

Mi objetivo era progresar en la docencia y me pareció que era más importante eso, que el riesgo incierto de que pudiera desaparecer o romperse algún ejemplar.

Pero ese era solo el objetivo más inmediato.

El fin más ambicioso, era que llegaran a clasificar el sujeto por sus propios medios, sin ayuda directa de un profesor o tutor.

Tenía en casa un ordenador Amstrad, que utilizaba poco. Era un ordenador muy sencillo que se podía programar con BASIC, un lenguaje de programación también muy sencillo.

Instalé el ordenador en el local en el que desarrollaba parte de las actividades de Barcelona i la mar (como explico en el blog una buena parte de actividades desarrollaban a bordo del barco escuela CRIS 1) y estudié algo de BASIC, para desarrollar un programita que me permitía clasificar de forma muy sencilla e intuitiva, algunas de las piezas que exponía.

Voy al grano porque no quiero alargarme.

El asunto es que los jóvenes podían coger y examinar algunos ejemplares, irse al ordenador y siguiendo las indicaciones que aparecían en la pantalla, llegar a clasificar por sí mismos lo que habían cogido.

El asunto era muy sencillo porque se basaba en las clasificaciones dicotómicas que se utilizan para identificar especies.

La complejidad de estas claves puede ajustarse al nivel docente que desea quien las prepara.

Barcelona i la mar, asistían escuelas privadas, las menos y mayoritariamente, escuelas públicas.

La inscripción era una cantidad simbólica y las escuelas que lo pedían, participaban gratuitamente. El programa estaba financiado al cincuenta por ciento, por la Caja de ahorros y monte de piedad de Barcelona (hoy la Caixa) y por un servidor.

La mayor parte de los alumnos eran de extracción social media a baja y la mayoría de ellos no tendrían ni tan siquiera ordenador en casa.

Ver a algunos de esos chicos eufóricos, porque habían conseguido clasificar un animal que hasta ese día ni tan siquiera habían visto y menos tocado, era un espectáculo de lo más gratificante para un maestro frustrado, que había dejado mucho, para dedicarse a la docencia.

Naturalmente me estoy refiriendo a un servidor.

La actividad a este nivel de intensidad duró dos años, pues me echaron del local para derribar toda la zona y dedicarla a actividades comerciales del puerto.

Este ha sido siempre el final de mis iniciativas culturales museísticas, que han acabado sustituidas por actividades comerciales más rentables.

Me pasó en Esplugas de Llobregat, en Almería, en Barcelona... doy cuenta detallada de todo ello en el blog.

Volviendo a Barcelona i la mar de vitrinas abiertas, recuerdo perfectamente que, en los dos años, solo se estropeó una pieza y no eché a faltar ninguna.

Más adelante.

La Caixa en otra actividad inspirada en la mía, intentó plagiar mi idea de que los visitantes pudieran tocar los ejemplares expuestos, pero lo hizo en una exposición en la que había erizos de mar y estrellas de mar vivos en acuarios.

Naturalmente fue un fracaso pues estos animales tienen un sistema locomotor relacionado con el exterior de manera que en lugar de agua les entraba aire, hasta matarlos.

Es lo que pasa cuando un imitador tiene dinero, pero no tiene cerebro ni quiere reconocer que está plagiando lo que no entiende.

Algo parecido me pasó con la ballena que recuperé en el puerto de Barcelona de la que hablo en otro lugar del blog y en la que no me extiendo aquí, porque ahora sí, de verdad, quiero acabar por hoy.


 

Si quieres ver unos apuntes sobre la ballena a la que me refiero, puedes ir aquí, es la ballena enterrada en Esplugues del Llobregat:




sábado, 11 de octubre de 2025

La tontería masoquista de mirar hacia atrás.

 

Chavales a bordo del CRIS 1, en el programa Barcelona i la Mar.
El Dr. en Geología, Sebastián Calzada, director del Museo Geológico del Seminario de Barcelona.
Uno de mis regalos de cumpleaños al Dr. Calzada. Buscar un regalo para un cura es siempre difícil, rayando en lo imposible, cuando además es geólogo. 

A medida que pasan los años y pierdes contacto con las personas que han significado algo para ti, vas quedando huérfano de afectos.

Siguiendo el orden natural y salvo imprevistos, lo común es que primero pierdas a los abuelos, luego a los padres y luego a los familiares próximos mayores que tú.

Pero fuera del ámbito familiar, también te vas dejando la piel a girones con personas que han significado algo especial en algún aspecto o momento de tu vida.

Cada ausencia es un dolor.

Para mí, el mundo de la naturaleza ha sido prácticamente el único que me ha ocupado, junto con personas relacionadas con él. Probablemente me ha ocupado con poco provecho, porque cada uno tiene las luces que tiene.

He decepcionado a quienes veían en mi un aventajado y solvente profesional; dejé la economía y la historia para dedicarme a cuestiones relacionadas con la naturaleza que puedes ver y leer en este blog, para disgusto de próximos.

Ya te he comentado en otro lugar, que dejé el mundo universitario y la dirección financiera de una multinacional alemana, para hacer esto: Quité tiempo de ganar dinero, para dedicarlo a la docencia y al estudio y divulgación de las ciencias naturales, actividades muy improductivas, más bien diría ruinosas.

En este mundo mi recuerdo se remonta a un verano de mi infancia, que pasé con mi primo venezolano, un maravilloso trozo racional de naturaleza, hijo de mi tío Pepe.

No pude disfrutar nuestra común afición, pues al poco mi querido primo era víctima inocente, en Venezuela, de una agresión mortal en la escuela. Desapareció de mi vida, pero no de mi corazón.

Pasaron décadas sin que encontrara un alma afín, hasta que apareció Felipe, un hombre de corazón generoso y también de gran afición por la naturaleza.

Años después, Almería fue una erupción de bondades y conocimientos.

Pero tuve que mudarme y hubiera sido un contraste fatal, si no hubiera tropezado con Sebastián y con Antonio.

Todo esto tocando de pies a tierra.

Mi otra gran afición, la naturaleza en el mar, estuvo menos concurrida, pues al ser un mundo más hostil, tiene menos y más indefinida concurrencia, ya que las personas que nos acercamos al mar somos más complejas y consecuentemente menos abundantes, que las que andan sobre firme; Alfonso, Ramón, Carmen, Francisca, Jorge, Pedro, María José Miguel, Ramón B.... Miguel Ángel P., Thomas. R., José Antonio O., José Carlos L., José B., José H., José M. he de hurgar demasiado.

Me acuerdo de estos y otros varios., No pongo sus apellidos porque no sé si este es el lugar; los reservo para mis inciertas memorias. En cualquier caso, ellos ya saben, si están vivos y se acuerdan de mí, a quienes me refiero. En este tiempo, lo que la muerte no ha separado, lo ha separado el desinterés o la desgana, personal o ajena.

Los pocos intentos de reconstrucción de relaciones han sido vanos, pues el tiempo se encarga de cambiar aficiones, afectos, de alterar recuerdos y cuando no, cortar por lo sano.

Este blog es un mausoleo de recuerdos para mantener vivos a los buenos y ayudar a enterrar con el olvido a los pocos que no se merecieron el aire que respiraban.... bueno, esto es una hipérbole. No debí leer a Bécquer.

También es la melodía que acompaña a un latir que se apaga.

 





martes, 7 de octubre de 2025

La ciudad quemada. Película (1976).

 

Remolcando la maqueta del submarino con el CRIS 1.
El submarino de madera no puede más y se rinde.
Remolcando la maqueta del submarino con el CRIS 1.

Lunes, seis de octubre de 2025.

Eran las cinco de esta mañana, cuando ya estaba aburrido y no sabía qué hacer.

Había dormido todo lo que tenía que dormir, soñado todo lo que tenía que soñar y meditado, todo lo que tenía que meditar.

No sé si estará bien dicho; me encontraba aburrido y desolado.

Aburrido es algo metafórico, porque no había hecho nada, pero desolado es más gráfico, porque no sabía qué hacer.

Y cuando me ocurre esto, apunto al blog.

El pobre blog debe sentirse como pato de feria.

Se me ha ocurrido rebuscar en el archivo fotográfico buscando algo inédito, pues el otro día me distraje con una flor y me comprometí a traer otra.

Me encontraba rodeado entre flor y flor, por lo que para que la terapia tuviera éxito, necesitaba algo completamente distinto.

Di con ello.

Pero para empezar necesito un preámbulo.

En 1976, se estrenó en Barcelona La ciudad quemada.

La película trataba sobre la Semana Trágica en Barcelona, que se remonta a la pérdida de Cuba por parte de España en manos de los Estados Unidos.

El comportamiento de los Estados Unidos fue deleznable, pero ganaron. Sin honor, pero ganaron, que para ellos era lo importante. Y para nosotros, aunque en otro sentido. Y para los cubanos, que están pagando las consecuencias.

Otrosí.

Hace tiempo escribí una entrada sobre un episodio de la vida de Maceo, patriota de la independencia cubana, que no me atreví publicar por lo inédito y desconcertante en relación a la historia oficial, pero que fue real. Lo tengo documentado con documentos oficiales por ser protagonista del acontecimiento un antepasado familiar, militar de oficio.

Si esta entrada me queda bien y me satisface, quizá me atreva a desempolvar el episodio cubano al que me refiero. Si no, lo conservaré para engrosar mis memorias que probablemente no leerán ni los míos, pero que a mí me divierte escribirlas.

A lo que iba.

En esta película, que probablemente como todas las películas contemporáneas españolas que hablan de episodios españoles desvirtuarán los hechos, aparece en algún momento un submarino.

No he visto la película y no sé a qué viene. Pero lo cierto es que, para las tomas de ese submarino, que estaba hecho de madera y que no se tenía tieso, me pidieron el barco escuela CRIS 1 (he hablado sobradamente de él en el blog), para remolcar la maqueta.

Los de la farándula, a pesar de iban de gratis, querían trastear mi barco demasiado, como si fuera suyo y dije que no.

Pero alguien de la tripulación lo arregló todo, de forma que se comprometieron a no tocar al CRIS 1, de manera que accedí a que se usara como remolcador.

Poco puedo decir del rodaje, puesto que no quise estar presente, pero lo cierto es que costó mucho trabajo que el submarino se mantuviera derecho, pues estaba mal diseñado y acabó como un cajón abarloado al Cris 1, si bien la escena se pudo filmar.

Si pillo la película en Internet y tengo paciencia, intentaré buscar esa escena.

Y eso es todo. Así de soso.

Si hubiera sido una producción de verdad, quizá podría alargar esta entrada hasta el infinito.

Pero fue una escena barata, mal preparada y chapucera, que a pesar de todo parece que pudo aprovecharse.

Es la forma de hacer las cosas a la española; conseguir los efectos deseados con recursos bajo cero y creatividad infinita.

Este episodio me recordó, guardando las distancias, lo que me contaba un anciano que había estado en la División Azul española en la Segunda Guerra Mundial.

Me decía que, cuando el enemigo dañaba un carro de combate, los alemanes tenían tres categorías para tratarlo; una, arreglarlo sobre la marcha; dos, llevarlo al taller para repararlo y tres, destruirlo por no tener arreglo.

Me decía el viejo, que, si había un español cerca para chapucear, hasta se reparaban carros de la categoría tres.

Parece que toda la película de la ciudad quemada estaba hecha en este plan, sin dinero sin recursos, pero a la española.

Lamento la calidad de las fotografías, pero los originales son diapositivas y están marcadas por el tiempo.



Esta es la entrada de la flor a la que me refiero y al compromiso.





domingo, 5 de octubre de 2025

Bignonia, jacaranda o jacarandá.

 

Podranea ricasoliana, bignonia rosa. 
Podranea ricasoliana, bignonia rosa, sección. 
Podranea ricasoliana, bignonia rosa, (macro). 
Podranea ricasoliana, bignonia rosa, (anteras, filamento y polen x 500). 

Hoy domingo veintiocho de septiembre de 2025, estaba tumbado convaleciente, cuando me trajeron una flor simpática.

¡Anda una flor de jacaranda me dije! No estaba demasiado para acá y desde luego no era una flor de jacaranda. Si la flor tuviera otro color podría confundirse, pero mi estado me disculpaba.

Me di cuenta y pensé; voy a escribir mil veces; esto no es una flor de jacaranda, sino una flor de bignonia.

Pero enseguida me dije; ¿y por qué no hago una entrada sobre el tema en el blog, lo que será más gratificante y pedagógico?

Me puse manos a la obra.

Podía haberme vestido de calle, pero eso da trabajo y me puse a escribir en pijama. Pasé calor y sudé. Abrí la ventana para compensar y entró una bocanada de aire helado que me causó un escalofrío.

Sudar en pijama, trabajar en domingo, aire helado en septiembre.

Todo eso me llevó a que al poco, tenía una entrada a medias, un bicho aferrado a la garganta y estaba de nuevo tumbado, mirando a la calle desde la cama y con fiebre. No sabía cuánta, pero pedí; ¡si alguien tiene que salir y pasar por la farmacia, que compre un termómetro, el más barato!

A todo esto, me da uno mis jamacucos.

¡Por favor llama a una ambulancia, esto es la guerra!

… Pero estoy a media entrada y me da tanta pereza ir al hospital, que pido anular la ambulancia y me automedico. Lector, si eres jovencito, nunca debes actuar así, es imprudente y peligroso.

Consulto por teléfono y me dicen que está bien la medicación, pero que no coma ni beba.

Tengo sed y hambre, por lo que como y bebo. Me han dicho que, si como y bebo, que me ponga de lado por si vomito.

Soy obediente y me pongo de lado.

Es un follón comer y beber de lado, los romanos lo hacían, pero en triclinios.

Pasa una hora y vuelvo a llamar para ver si puedo dar por acabado el suceso y hacer una vida normal.

Me dicen que sí, que ya puedo hacer vida normal, si lo que llevo puede considerarse una vida normal. Que, si no es así, que no haga una vida normal, que mejor la haga anormal si se ajusta mejor a los cánones de la ortodoxia médica.

En cuanto pueda me pondré de nuevo con la bignonia que confundí a primer golpe de vista nublada con la jacaranda, un domingo de septiembre, estando vagueando en la cama, más para allá que para acá.


Aquí hablé en su día del jacaranda o jacarandá:


Dentro de unos días intentaré completar la entrada, para que veas su flor.




martes, 23 de septiembre de 2025

Aprendiendo de la naturaleza.

 

Púa de puercoespín, x 500.

El otro día traje el detalle de una espina de puercoespín. Estos animales tienen unas espinas muy largas que son elementos defensivos lo primero en lo que se fija una persona observadora es cómo algo que sirve para la defensa es tan largo y estrecho. Bueno creo que lo he dicho al revés la pregunta sería que como algo tan largo y estrecho tiene la suficiente fuerza como para servir de defensa. Los tercios de Flandes la mejor tropa militar de la época utilizaba unas lanzas muy largas, las picas, que eran muy eficaces pero recias y pesadas de manera que cada soldado podía llevar una. Sin embargo, el puercoespín lleva decenas de espinas eficaces para su defensa, que son muy largas y paradójicamente muy ligeras.

¿Dónde adquieren su fuerza sus semejantes estructuras ligeras largas y sin embargo resistentes hasta el punto de servir de defensa?

He cogido la púa del otro día y la he observado a quinientos aumentos. Eso me ha dado una pista para responder a la pregunta.

La púa no es lisa si no que a pesar de tener un diámetro muy pequeño hay el suficiente espacio como para que tenga acanaladuras longitudinales que le ayudan a la resistencia de la estructura. Eso es todo muy pequeño pero suficiente. Sin esas acanaladuras la púa no tendría consistencia y no le serviría para la defensa. Es como si los tercios de Flandes utilizaran lanzas de goma, que serían muy ligeras pero inútiles.

Y ahora se prudente con lo que lees porque me remito a mi memoria de cuando en mi actividad profesional me dediqué al estudio profundo de la la ciudad de Barcelona desde sus orígenes. Al recomendarte precaución en la lectura quiero decir que si te interesa algo en concreto profundices en la bibliografía para confirmarlo. Entonces no trabajaba con Internet que no existía y mi trabajo era siempre sobre la consulta y libros especializados en las bibliotecas de Barcelona. Y ese recuerdo me dice que las columnas de la Catedral de Barcelona tienen el mismo perímetro que altura. Hay dos alturas de columna una de las naves laterales y otra de la nave central me parece que el dato es para todas.

En la naturaleza ocurre lo mismo, de manera que toda la masa que su obra se quita y las acanaladuras compensan eso que parece quitar resistencia. Creo que en física le llaman momento y se aplica también en las vigas de estructuras que han de ser muy resistentes y ligeras. Cuando me construí el cortijo utilicé para los techos vigas de hierro en forma de H, que resistían más que si hubieran sido de cuadrados macizos, ahorrando material y peso.

¡Dios mío! creo que esta vez me he pasado y he sacado demasiado de la púa de puercoespín.


Pulsa aquí para ver la entrada a la que me refiero.