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viernes, 28 de noviembre de 2025

Miedo a la muerte, o miedo a la factura.

 

Púlpito campestre. Foto: Libre en Internet.

El día de todos los fieles difuntos, oía en una homilía, que las personas pagan una cuota de entierro, porque tienen miedo a la muerte.

La gente no paga una cuota de entierro porque tenga miedo a la muerte, la paga porque el entierro es muy caro y le tiene miedo a la factura.

Creo que la incineración es más barata, pero menos natural.

Se incineran los bonzos, los indios de la India y los vikingos cuando los había.

O los cristianos cuando los paganos los incendian.

Parece que la naturaleza que quiere cerrar el ciclo de forma natural, como le es propio.


martes, 25 de noviembre de 2025

No me gusta la naturaleza humana.

 

Dicho a bote pronto, sin matizar, digo que no me gusta la naturaleza humana, así en general.

No me gusta porque predomina el instinto de conservación que nos hace agresivos y violentos.

Si ejerciéramos nuestra racionalidad, podríamos compensar ese instinto que mantiene a nuestra especie a costa de hacerla indiscriminadamente peligrosa.

El culmen de esa peligrosidad está en los crímenes, en las guerras y en los genocidios.

Pero no hace falta tirar tan alto para ver los efectos de ese egoísmo supervivencionista.

A modo de maqueta ilustrativa, podemos mirar a Internet. Su público es una muestra en pequeña maqueta, de la naturaleza humana.

Ese público (a veces con un coste testimonial de soportar breves anuncios), disfruta del esfuerzo de los creadores de contenidos a los que a veces da como recompensa, las migajas de un me gusta o de una suscripción. Una minoría da un poco más.

Pero cuando él creador entra en una laguna creativa por las circunstancias que sean, su público le abandona.

Me ha llegado a escandalizar al oír un episodio referido a esto en un canal de Youtube El gen Martínez.

Soy muy empático, y en ocasiones me afecta más lo ajeno que lo propio.

Por eso no me gusta la naturaleza humana, porque pide más de lo que se merece, porque es violenta, egoísta y carece de caridad.

Con honrosas y abundantes excepciones.

Afortunadamente no es el caso.

Este blog es minoritario y me siento arropado por mis pocos visitantes.

Pero reconozco que Martínez puede tener algo o mucha razón.

He buscado el vídeo para enlazarlo, pero no he sabido encontrarlo.

El fondo es el mismo, pero menos elocuente y menos vivido.

Me puedes decir y con razón, que he mezclado cuestiones de fondo con trivialidades.

Es cierto, pero la trivialidad, la maqueta, a veces ayuda a entender la cuestión de fondo.

Araucaria, pino de Norfolk. Hawai.

 

Araucaria, pino de Norfolk. Hawai.


La imagen es un fotograma de la serie Magnum que se desarrolla en Hawai.

Estos árboles son impresionantes y aunque aparecen en algún capítulo de la serie, no tienen el protagonismo que se merecen por su majestuosidad.

En la serie aparecen muchas imágenes de Hawai que son una clara promoción turística de las islas.

Suelen mostrar una isla que se aprecia claramente es un antiguo volcán.

También escenas aéreas de impresionantes coladas de lavas volcánicas cubiertas de vegetación. Imágenes dirigidas a potenciales turistas.

En fin, que echo de menos la aparición más fluida de estos magníficos árboles.

Intrigado busqué de que se trataban y me encontré que al parecer son pinos de Norfolk, endémicos de la isla de Norfolk en Australia.

En realidad no es un pino, pero si una conífera, un árbol de la familia de las araucarias, de las que ya te he hablado en este blog (te adjunto el enlace):


Araucaria.



sábado, 1 de noviembre de 2025

Molde interno de un fósil de caracol marino.

 


Cuando fosilizan los animales marinos con concha, puede ser que la concha fosilice o que la concha desaparezca en el proceso.

Un fósil con concha es más bonito y más fácil de clasificar, que el molde interno de un fósil que ha perdido la concha en la fosilización, como es el caso.

Si el paleontólogo siempre ha de tener mucho de detective, en estos casos ha de esmerarse pues al perder la concha, la pieza pierde muchos de sus atributos para ser clasificada, especialmente cuando se trata de una pieza incompleta como esta.

El género podría ser Bathrotomaria.

Pero este género es del Jurásico y el que yo traigo es del Messiniense de almeriense, mucho más moderno. Como la localidad la tengo por cierta, probablemente el género sea otro.

Esta exposición la he hecho para que veas el intríngulis del asunto. Cualquier especialista te enviaría a paseo si le pidieras que te clasificase esto.

Pero como yo no soy nadie, me puedo meter en camisas de once varas.



 


viernes, 31 de octubre de 2025

Diario de viaje. Crucero a Grecia con Celebrity Edge. Jueves 24 de julio de 2025, más Kusadasi.

 

Kusadasi. Turquía. Patrullera entrando en el puerto.
Kusadasi, Turquía, Murallas. Foto: Angélica Regidor.
Kusadasi Turquía. Puerto, playa y al fondo, los juzgados.
 

Haciendo limpieza en las notas del teléfono, me he encontrado con esta que no sé si es oportuna, pero para no tirar el trabajo hecho, la publico.

Son cuatro pinceladas desaliñadas que consideré en su momento, por lo que ahí van.

No nos interesan las actividades de ocio que ofrecen en el Celebrity Edge, pero para no sentirnos sosos, decidimos asistir a una que nos llama la atención; vamos a un taller de hacer llaveros.

Esperamos la hora y llegado el momento nos presentamos donde indica el programa. Pero la actividad no se hace o se hace en otro lugar. La cuestión es que nos quedamos con un palmo de narices.

Hoy se visitaba Éfeso en una excursión en autocar. Llevamos dos días que si sí, que si no, que si estoy muy cansado, que si no me gusta Turquía y al final ha sido que no y cuando ha sido que no, quizás debería haber sido que sí. O que no.

Porque Éfeso se resume en una foto de calendario de cocina; las ruinas de la biblioteca. Y para una ida y vuelta en autocar, prefiero el calendario de cocina.

Mientras estoy encantado en el camarote viendo al fondo la playa de Kusadasi, mis dos colegas están deambulando por el barco buscando cafeses y refrescos.

Aprovecho que estoy solo para escribir esto mientras veo la playa, no demasiado atiborrada de gente, bueno sí un poco, barcos que pasan y manchas marrones en el mar, que deben ser de emisarios de la ciudad, en definitiva, una playa ideal para disfrutar de baños de lodo y gastronómicos.

No me gusta viajar y me pregunto qué hago aquí con compañía que se queja de un viaje al que no querían ir. Eso sí, comen y beben todas las veces al día que les apetece y nos hemos gastado en extras más de mil euros en cinco días. Ver para creer.

La confianza da asco.

Casi todos los comedores que hemos seleccionado están cerrados. Carne fibrosa y dura. Se nota que se acaba el crucero. Con el fin del crucero están rebañando los fondos de la despensa y estamos dos con diarrea y uno con estreñimiento.

Tienen fama las diarreas de los cruceros. Creíamos que esta iba a ser una excepción, no lo ha sido.

Homenaje muy ruidoso a camareros..., que les den una paga extra.

Los desayunos son mejorables.

La comida me gusta o no, en función de si he de pelear o no, con ella.

Aquí tengo que pelear con casi todo, incluso con las pizzas.

19:26 Angélica fotografía la muralla de Kusadasi.

Parece que uno de los dos edificios altos es el juzgado de Kusadasi.

Ya he hablado en otro lugar del blog de Kusadasi aquí te pongo el enlace:


Kusadasi (Turquía, costa del Egeo) y el gusto arquitectónico. 






jueves, 30 de octubre de 2025

El parque de atracciones del Tibidabo. (Barcelona). Viaje a ninguna parte.

 

Avión, Tibidabo (Barcelona). Foto: Angélica Regidor.

Tibidabo (Barcelona. Templo y torre de Collserola. Foto: Antonio Asensi.
Tibidabo. (Barcelona). Templo. Foto: Angélica Regidor.
Tibidabo (Barcelona). Atracciones. Avión. Foto: Angélica Regidor.

Buen y otoñal día.

El parque de atracciones del Tibidabo lo conozco desde mi juventud.

Antes una generación era veinte o veinticinco años. Me atrevería a decir, que hoy una generación son unos miserables diez años, o menos.

A lo que iba. En mi juventud era amigo de un compañero de clase, nieto del dueño de pastillas Juanola, que era propietario o tenía intereses importantes en las atracciones del Tibidabo.

Mi amigo era una persona de la que solo recuerdo su extremada simpatía y bondad.

Y las pastillas Juanola eran unas pastillas negras de regaliz con forma de rombo, que iban en una cajita redonda roja formada por dos piezas de plástico recio que encajaban muy bien.

Cuando levantabas la parte de arriba, quedaban expuestas todas las pastillas a ras en la de abajo. Cuando querías coger tu pastillita, siempre se desbordaban dos o tres por efecto de tus dedos al intentar coger la pastilla; tenían muy poca densidad y pesaban muy poco, por lo que se desplazaban al meter tus dedos y al estar a ras, siempre caían algunas.

Fui varias veces a las atracciones invitado por mi amigo y la entrada me salía gratis.

No sé quién es hoy el propietario de esas atracciones. Si mirara en internet lo sabría, pero te lo dejo a ti si es de tu interés.

Recuerdo las atracciones como si estuviera allí... el túnel rodante, el vértigo de la atalaya, el tren de la bruja, el vuelo interminable del avión…

Un avión que desde hace años realiza un viaje que empezó hace mucho tiempo y que todavía no ha acabado. Hace pequeñas escalas para recoger pasaje que viene de ningún sitio y va a ninguna parte.

Quizá tú hayas vivido mí misma experiencia.

Si no es el caso aquí te la recreo, para que la vivas o la recuerdes.

Ten un buen día y vívelo con alegría, que la vida, al contrario que este avión, sí tiene un final.







martes, 28 de octubre de 2025

Estatuilla votiva maya, de copal.

Estatuilla votiva maya, de copal.

Buenos días.

Con frecuencia intento identificar imágenes con la inteligencia artificial de Google.

Salvo que sean formas muy reconocibles, la inteligencia artificial a menudo fracasa. Por ejemplo, con la imagen de la entrada de hoy ha fracasado doblemente. Por un lado, no me la ha sabido identificar a pesar de que le he dado información complementaria para que la búsqueda le resultara más fácil.

Por otro lado, lo que me ha dado tenía información errónea.

Esto ratifica mi intención, que expuse hace unas entradas, de que el blog fuera, además, una gota de agua original en el océano de imágenes de Internet.

He consultado en Google si las fotografías con marcas de agua están penalizadas. Me dice que no, que solo las afean, lo que no me importa demasiado porque como tengo dicho, este no es un blog de fotografía, aunque uno tiene su pudor y procuro que las marcas de agua se noten lo menos posible, aunque a veces no lo consigo.

Lo que traigo hoy podríamos encuadrarlo en el capítulo de etología humana; es una estatuilla votiva de copal, encontrada en la laguna de la Media Luna (Toluca. México). Pertenece a una cultura maya que no es la Huasteca. Fue hecha en el período final del clásico o inicial del post clásico o sea que se puede datar en el año 650 de nuestra era.

Junto con esta estatuilla, se encontraban en el lodo del fondo de la laguna fósiles de mamíferos y restos humanos, que debían ser también ofrendas y sacrificios. Los paleontólogos identificaron los fósiles, con animales que habitaron la zona, se estima que en el Pleistoceno.

Lo dejo por hoy para no aburrir.

La bibliografía que he consultado es apasionante, pero en su defecto te recomiendo que navegues por Internet utilizando términos que utilizo en esta entrada, pues con esa intención lo he hecho.