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sábado, 13 de diciembre de 2025

Dendritas, “patrón fractal” y “figuras de Lichtenberg”.

 


Te he traído en un par de ocasiones imágenes de dendritas de manganeso. No les has hecho mucho caso, pero no me importa porque son bonitas y curiosas.

En definitiva son elementos muy docentes.

Quiero añadir hoy, que son un patrón fractal muy semejante a las figuras de Lichtenberg.

El origen de ambas es muy distinto, pues uno se debe al depósito de mineral disuelto en agua y el otro se debe a la acción de una corriente eléctrica de alta tensión por ejemplo un rayo.

En Internet muestran como se forman las figuras de Lichtenberg con la energía de un soldador.

Me pregunto; ¿la semejanza visual puede tener mayor trascendencia?

Por ejemplo, que las dendritas necesiten para su formación la presencia de de un campo eléctrico de alta tensión.

No sé contestar porque me faltan datos y no tengo infraestructura para experimentar.

Pero habrá alguien que lea esto, le despierte atención y se le ocurra algo.

Creo que es muy probable que esa relación exista, pero no tengo un interés desmedido por conocer la respuesta, pues en el fondo ya la malicio.

Espero no haberte aburrido. Mi intención al reincidir en las dendritas, es haber abierto un a ventana a los fractales, de los que ya he hablado en otra ocasión.


Un preámbulo sobre fractales. Cuando tenga ocasión, te traigo más.






martes, 9 de diciembre de 2025

Medio ambiente. Ahorrar mucha agua, con un gesto insignificante.

 

El agua es una joya.

Pero la torpeza del ser humano valora las cosas por su cantidad, no por su valor intrínseco.

Somos así de estúpidos.

El ser humano no vale nada, porque somos muchos.

Pero el ornitorrinco es muy valioso, porque es escaso.

¡Menuda estupidez!

El agua deja en evidencia esta tontería.

Antes, debemos saber que esta molécula es una verdadera joya, porque posee unas características insólitas para lo que la química espera de ella. Si tengo ocasión dedicaré una entrada al agua, pues se la merece. Eso y más.

En definitiva que el agua es valiosa por las características inéditas que se derivan de su fórmula, pero además es valiosa por ser fuente de vida. Eso lo tienen presente las poblaciones en las que el agua es escasa.

También lo tiene presente cualquier interesado por la historia, al observar que civilizaciones enteras han desaparecido por falta de agua. Quizás por eso hay un refrán español que dice; algo tiene el agua cuando la bendicen.

Pero nosotros, urbanitas descerebrados y acomodados a la abundancia, no nos damos cuenta de la riqueza que sale por el grifo, cuando le damos a una palanca. Solo protestamos un poco de atención, cuando hay un corte de agua, en el que sufrimos la incomodidad de tener que ir a la nevera a buscar una botella de agua o de refresco.

Vamos a la estadística, para ver lo tontos que somos.

Cuando nos lavamos las manos, dejamos que el agua corra por el grifo mientras nos las enjabonamos.

Lo mismo hacemos cuando nos cepillamos los dientes.

Con el simple acto de cerrar el grifo mientras nos lavamos las manos y de hacer lo mismo mientras nos cepillamos los dientes, veamos cuánta agua podríamos ahorrar.

Sin moverme de la silla porque me da pereza, me atrevo a estimar que el agua que se pierde mientras me enjabono o me lavo los dientes es de aproximadamente un cuarto de litro, es decir unos dos vasos sobrados  de agua si el grifo no lo abrimos a tope. Yo siempre lo abro poco, salvo que sea para rellenar algún recipiente. Ese agua supone unos 250 cc.

En una ciudad como Barcelona con cerca de dos millones de habitantes, eso supone alrededor de 500.000 litros al día, es decir, alrededor de doscientos millones de litros de agua al año, o 121 millones de botellas de litro y medio. El doble si consideramos manos y dientes, aunque veo que la gente se lava poco las manos y menos los dientes.

El consumo en la ducha es mayor, pero para nuestros efectos la gente es, gracias a Dios, tirando a sucia,

Menudo disparate, no? ¿Te das cuenta por qué las empresas de agua embotellada están en manos de gente poderosa? Porque son un gran negocio de dinero y de poder.

Y a todo esto, millones de personas en el mundo tienen Sed.

Los números probablemente estén mal hechos.

No importa, repásalos o haz los tuyos.

No quiero enseñarte matemáticas ni unidades de volumen, solo quiero que seas consciente de lo que supone que tengas el grifo abierto mientras te enjabonas las manos o te limpias los dientes.





domingo, 7 de diciembre de 2025

Ecología. Gorriones "chinos".

 


Por qué no hay gorriones chinos?
Porque Mao Tse Tung se los cargó a todos en un ataque de fundamentalismo comunista.
Los gorriones comían grano sin trabajar y eso, a su parecer, era intolerable.
Ordenó que todos los chinos debían matar gorriones para acabar con tales parásitos.
Imagínate a 950 millones de chinos que eran entonces, matando gorriones con entusiasmo y con la espada de Damocles encima, de que si no mataban los suficientes, eran tratados de insolidarios y antipatriotas, con las consecuencias que ello tenía.
Y China se quedó sin gorriones.
Pero la falta de estos comedores de insectos se notó enseguida con el desarrollo de grandes plagas que acabaron con las cosechas, creando una hambruna que mató a más de 45 millones de chinos.
Qué fácil se dicen las cifras, pero que tragedias llevan detrás.
Tuvo que dar la orden de dejar de matar gorriones y pasar a importarlos.
Mao compendió su conocimiento en un libro de alrededor de 250 páginas, en formato de librito de bolsillo.









sábado, 6 de diciembre de 2025

Naturaleza, edad y ciencia. De Egipto a Grecia... "Ikigai".

Desierto del Sahara. Egipto.

Mikonos. Grecia.


En esta entrada cito el Antiguo Testamento.

Ya te he comentado que si me juzgas por las entradas te equivocarás.

La razón de esta cita es que me vengo planteando desde hace algún tiempo, un cierto cansancio sobre mi interés por la naturaleza, en el sentido de que me cansa tanto estudio.

Quizá también te pase a ti y me consta que le pasa a muchas personas que se han especializado durante años en un tema.

Eso me preocupaba porque no sabía a que se debía

Y encontré la razón, guardando las enormes distancias, en la cita de referencia, que te sugiero leas sin prisas.

Te aconsejo que no intentes leer el Antiguo Testamento en modo novela, porque puedes morir en el empeño.

Pero cuando concretas, puede ayudarte como me ayudó saber que mi desánimo es algo común y ancestral.

Me gusta y atrae la naturaleza.

Aunque sin el ardor y la incondicionalidad de antes.

Eso es propio y natural, por la edad y la experiencia.

Desde que tengo uso de razón me gusta la naturaleza.

Pero después de tanto tiempo de disfrutar y conocer de ella, creo que me estoy enfriando.

Primero la vivía por mis ojos y mis sentidos.

Luego por los libros. Después por los museos.

Más tarde llegaron los documentales, que compraba en cintas de vídeo.

Con el tiempo no tuve que comprarlos y me los ofrecían en la televisión, para pasar luego a embutírmelos.

Lo último fueron los viajes.

Sé que me queda mucho por ver, sentir, oler y tocar.

No se cansa el ojo de ver...

8 Todas las personas están gastadas, más de lo que se puede expresar. ¿No se sacia el ojo de ver y el oído no se cansa de escuchar?

9 Lo que fue, eso mismo será; lo que se hizo, eso mismo se hará: ¡no hay nada nuevo bajo el sol!

10 Si hay algo de lo que dicen: «Mira, esto sí que es algo nuevo». en realidad, eso mismo ya existió muchísimo antes que nosotros.

11 No queda el recuerdo de las cosas pasadas, ni quedará el recuerdo de las futuras en aquellos que vendrán después.

12 Yo, Cohélet (¿Salomón?), he sido rey de Israel, en Jerusalén,

13 y me dediqué a investigar y a explorar con sabiduría todo lo que se hace bajo el cielo: es esta una ingrata tarea que Dios impuso a los hombres para que se ocupen de ella.

14 Así observé todas las obras que se hacen bajo el sol, y vi que todo es vanidad y correr tras el viento.

15 Lo torcido no se puede enderezar, ni se puede contar lo que falta.

16 Entonces me dije a mí mismo: Yo acumulé una gran sabiduría, más que todos mis predecesores en Jerusalén, y mi corazón ha visto mucha sabiduría y ciencia.

17 Me dediqué a conocer la sabiduría, la ciencia, la locura y la necedad, y advertí que también eso es correr tras el viento.

18 Porque mucha sabiduría trae mucha aflicción, y el que acumula ciencia, acumula dolor.

Eclesiastés (uno de los libros de la Biblia).

A veces me planteo que quizás, siendo la misma, me seguiría gustando igual la naturaleza, si no llevara frío, lluvia y viento.

¿Me estaré haciendo viejo?

No, es peor. Creo que he perdido mi ikigai.


 



Barbacoas.

 

Domingo 27 de julio de 2025.

Muchos productos alimenticios se comercializan con el reclamo de sabor barbacoa.

 ¡Menudo reclamo!

La mayor parte, si no todos esos productos, son cancerígenos, afectan al ADN, y tienes otras propiedades, todas malas.

Incluso los que recuerdan el olor a barbacoa.

La propia barbacoa, es un mal método de cocinar la carne.

La industria alimentaria utiliza los pocos aditivos que la ley les permite, que emulan a la barbacoa.

Voy al grano.

Me pongo a escribir para el blog cuando los vecinos de arriba están trasteando su barbacoa apestosa.

Subo a protestar y me dicen que usan un líquido para activar el carbón.

Les digo; esa es una mala fórmula para encender la barbacoa, es mejor usar papel, virutas de madera o en el peor de los casos una pastilla.

Las pastillas están hechas con parafina y análogos, que aunque sus vapores son tóxicos, en pequeña cantidad y en un lugar abierto son tolerables.

El líquido que están usando los vecinos, produce un pestazo inmundo. Me duele la cabeza de soportarlo y por eso, en contra de mi costumbre, he subido a protestar.

Y es que en esta época de prisas, al parecer no podemos permitir que el carbón arda a su aire y necesitamos acelerantes.

Pues bien, esos acelerantes son inadecuados, pues además de alterar el sabor de lo que estamos asando, le transfieren contaminantes.

El acelerante de mis vecinos debe ser un matarratas obtenido de restos de algún envase de gases de la primera guerra mundial.

Para que un olor levante dolor de cabeza, no puedo imaginarme lo que transmitirá a los alimentos que esté ahumando.

Están tan de modas las barbacoas que no me atrevo a seguir.

Solo a sugerirte que aprendas a encender barbacoas con técnica sana, paciencia y que la prepares en un sitio bien ventilado, no ya para no molestar a los vecinos, sino por ti y los alimentos que vas a ingerir.

Y que esperes a que las brasas estén bien formadas para que suba el calor adecuado y no los vapores de lo que sea que has utilizado para hacer el fuego.

Comer cenicitas de pan, de filete o de salchicha, no es nada bueno. Con el calor, no hay que jugar; si no llegas es malo y si te pasas es peor.

Busca en Internet los términos acrilamida e hidrocarburos aromáticos policíclicos.

Y donde veas 180 grados, piensa que han puesto una cifra muy generosa, que debería ser 100 grados, según me dijo en su día, la competente directora del laboratorio municipal del ayuntamiento de Barcelona, Mercedes Centrich, a la que recurría cuando tenía dudas de este tipo (entonces estaba yo destinado como jefe del negociado de salud pública del ayuntamiento de Barcelona).

Prudencia con las barbacoas y las temperaturas con las que cocinamos.

Y evitemos que se quemen, aunque sea poquito, las cosas que nos vamos a comer, especialmente si son grasas.

 




jueves, 4 de diciembre de 2025

Hoy va de minerales,.. bueno, de un mineral que no lo parece.

 

Dendritas de un mineral de manganeso. Alemania.
Dendritas de un mineral de manganeso. Alemania.

Creo que en la última entrada sobre etología humana, pisé muchos callos.

No porque tuviera intención de pisarlos, sino porque hay personas muy susceptibles. Me refiero tanto a moros como a cristianos.
Y es que el tema afectaba a muchos, porque en todas las manadas hay un líder (en etología se llama macho alfa), al que le molesta le digan cosas que parecen peyorativas. Y eso de que el miedo es un instrumento de poder, fastidia a todo el que detenta poder, porque le deja en evidencia.
Digo esto porque tengo preparadas dos entradas, la primera sobre una metedura de pata que tuvo un coste humano altísimo y otra que es demasiado pesimista para los jóvenes inquietos que puedan leer el blog. Por eso te pido que durante unos días leas con paciencia y benevolencia.
Mientras tanto te traigo de nuevo un mineral dendrítico que, como ya sabemos, no es ni un alga ni un fósil y te enlazo con otra página del blog donde hablo con más detalle de ello.
La entrada de hoy es para relajar la vista y el alma.
Y para pedir perdón por la entrada del pasado y futuro inmediatos.
Este preámbulo es preventivo porque no quiero pisar más callos.


Más sobre dendritas.


Todavía más sobre dendritas en el blog.




miércoles, 3 de diciembre de 2025

Konrad Lorenz. El padre de la etología moderna.

 

Konrad Lorenz. Foto: Internet.

La etología es la ciencia que estudia el comportamiento animal. Cuando hablo de etología humana, me refiero al estudio del comportamiento humano. Es de Perogrullo, pero lo aclaro por si había dudas.
Estoy muy bien acostumbrado y he vivido durante la mayor parte de mi vida en una situación social estable en España y en el mundo.
Estable es un decir, pero tomo como referencia estos últimos años, en los que no hay día sin trastada social, a un nivel que raya en lo monstruoso y aberrante.
Por eso hace tiempo me puse a pensar a que se debía este comportamiento humano, que para mí es absurdo porque no se corresponde a la sociedad en que vivimos.
Como historiador y amigo del conocimiento, sé que el hombre tiene un gran potencial de salvajismo como muestra la historia.
Pero me rechina la cabeza al pensar como lo ejerce en el siglo XXI, con el alto nivel de desarrollo que han conseguido las sociedades que deberían encauzar el mundo.
Para compartir mis pensamientos sobre el hombre y su actitud social, he dedicado y seguiré dedicando, si tengo ocasión, algunas entradas a la etología humana, con la independencia que da el no ser de nada, ni desear nada que esté en manos de algún semejante darme.
He estado muy cerca de líderes socialistas, nacionalistas, separatistas, comunistas, ateos y religiosos y ninguno de ellos puede decir que le deba nada. Sí al contrario.
Y todo ello, sin ser ni un hippie, ni un bohemio, ni un tornadizo, ni un desorientado.
Solo un hombre relativamente libre.
Cuando leas las entradas de etología humana, no prejuzgues, pues te equivocarás.
Cíñete a lo que digo, aunque aún así, probablemente te equivoques. Porque no tengo clara mi propia etología.






Etología humana. El miedo y el infierno.

 

Foto: Libre en Internet.

El miedo es elemento fundamental en cualquier estructura social, tanto sea humana como animal. Es indispensable para la supervivencia del individuo y de la sociedad a la que pertenece.

Los animales tienen miedo a todo lo desconocido para ellos, o que aún teniendo conocimiento, no han sido experiencias exitosas.

Una forma de asustar a un animal es haciendo espavientos y gritando de forma que se les presente una imagen ruidosa o vistosa que no entienden ni conocen y que en consecuencia les genera miedo.
El miedo es una forma de supervivencia.
En las sociedades de animales se mantiene el orden gracias al miedo que tienen los individuos a las represalias de sus congéneres si no siguen las reglas.
Todo esto sirve desde los animales más elementales a los animales superiores.
En las sociedades humanas de animales racionales sirve la misma norma, que tendrá que verse más elaborada pues al ser los animales racionales, tienen capacidad de discernimiento y de darle vueltas al asunto que les sorprende o asusta.
Cuanto más razón o conocimientos tenga el individuo, más miedo se debe aplicar para mantenerlo en orden.
No hay que pensar demasiado para ver cómo funcionan las sociedades socialistas, comunistas o nacionalistas, que tienen obsesión de limitar la cultura de sus componentes, para que al bajar el nivel de conocimiento sea más eficaz el miedo. En todas ellas el miedo es un elemento indispensable para que funcionen.
El cristianismo es una fórmula muy exigente, pues sus creencias exigen al individuo que abandone el egoísmo, que es una fórmula de supervivencia, en favor del amor fraterno, que es antinatural.
Pero esa exigencia no se puede conseguir sin infundir un factor de miedo para quien no cumpla con el abandonar el fuerte instinto de supervivencia.
Este factor de miedo ha de ser muy potente, tan potente como un castigo impresionante y eterno; el infierno.
Pero aún así no sería suficiente si no se viera reforzado con un complemento de premio exquisito y también eterno; el cielo, que también predica la religión cristiana.
Para conseguir los méritos que busca el cristianismo, ni ese premio ni ese castigo serían aún suficientes sin un desarrollo potente de la racionalidad.
Por eso las primeras instituciones culturales en el mundo fueron creadas por el cristianismo, religión que se extendió a base de difundir la fe y la ciencia.
La fe para creer en la dificultad de la doctrina y la ciencia para reaccionar frente al miedo.
En el cristianismo se da la paradoja de que es necesario un alto nivel cultural para asimilar la doctrina, al tiempo de que ese alto nivel cultural hace al individuo más inmune al miedo.
Una sociedad elemental necesitará miedos menores, una fe del carbonero y menor conocimiento de su entorno; menos cultura, que una sociedad elaborada.
Al margen de la redacción bíblica, la existencia del cielo y del infierno son un imperativo sociológico para una organización social consistente y con vocación de permanencia.
Predicar en contra de esta evidencia, es decir, negar el cielo y el infierno, es desear la aniquilación de la doctrina que los predica y renunciar a una sociedad intelectualmente desarrollada.



martes, 2 de diciembre de 2025

Pastel de patatas.

 

Pastel de patatas.

Lo que ves en la irreconocible foto que ilustra esta entrada, es un delicioso y nutritivo gateau di patate italiano (pastel de patata).
Parece un lenguado pansido, pero no, es lo que te he dicho.
Es muy fácil de fabricar y puede aguantar tiempo hasta que te lo acabes de comer. Un par de días con facilidad y sin perder su sabor.
Como está está muy bueno, se conserva bien y dura mucho, lo añado como sugerencia al recetario para vagos del que ya te he dado algunas recetas, aunque aquí solo te doy la idea y dejo que busques la receta en Internet. Elige la más rupestre, pues salvo que te empeñes mucho, es difícil que te salga algo indigesto o con mal sabor.
Lo he traído para reforzar el refrán español de que las apariencias engañan.
Es una especialidad de mi casera, la señora Regidor y está para comérselo con devoción.





lunes, 1 de diciembre de 2025

Va de gatos.

 

A María A.

Foto: Lámina para colorear. TERCIART.


Me gustan los gatos aunque no los entiendo.
En el cortijo vivía con dos gatos amigos que me traían regalos y me los dejaban en la cama.
En una ocasión, me encontré una escolopendra enorme con la que se habrían jugado la vida para cazarla.
Estaba muerta pero desde entonces miraba bien la cama antes de acostarme, no fuera que ese día me hubieran traído algún bicho moribundo.
Me pasaba muchos anocheceres trabajando en la mesa camilla arropado con el faldón y con uno de ellos en mi regazo.
Antes, cuando vivía en Barcelona, también tenía un gato en casa.
Lo recuerdo porque en el pasillo había una estantería en la que tenía colocado un plato medieval. Era de cerámica y estaba apoyado de pie en una peana.
Un día pasaba al lado de la estantería y el gato, en un visto y no visto, se subió al estante del plato y se me quedó mirando. Yo también lo mire sorprendido, pero no se me ocurrió reaccionar y regañarle.
El animal se movió hacia el plato a cámara lenta sin dejar de mirarme y rozando con la barriga el estante, hasta llegar al plato.
Entonces, con la patita delantera izquierda puesta de forma que le veía las almohadillas del pie, dio un empujoncito al plato y lo tiró al suelo.
Me quedé atónito sin creer lo que había visto.
¡El bicho había tirado expresamente el plato al suelo! Mi gatito peluchín, ¡era en realidad una fiera salvaje iconoclasta!
No reaccione pues el plato ya estaba hecho añicos en el suelo y no había remedio.
Pero algo se había roto entre nosotros y desde entonces, no lo perdí nunca de vista.
Cualquier movimiento que hiciera aquel gato traicionero, me ponía en guardia sobre sus intenciones.

Gatos de campo... o de desierto.