Parece que se va a poner en marcha la ley de los bloggers.
En realidad, tiene otro nombre, pero a mí me resulta
más fácil llamarla así.
Un servidor es un mindundi en ese mundo.
Formo parte del inmenso universo de los mindundis
digitales.
Al principio pensé; ¡qué bien, eso a mí no me
importa, porque no me afecta!
Ni gano dinero.
Ni tengo seguidores..., bueno sí, unos pocos y
queridos mártires de la causa.
Ni hablo de política.
Ni de religión.
Ni de sexo....
Y para colmo, sí hablo de piedras y rocas, además de
otras cosas de la naturaleza, en las que National Geographic y la BBC me
dan cien mil vueltas en la televisión.
En fin, que soy un pedo de blogger.
¡Pero amigo!, nada queda fuera de la mano del
tirano, cuando el tirano es un tirano bien asesorado.
Y si por fin calase ese registro, ¡tendría que
registrarme, porque he publicado más de 24 vídeos en YouTube!
¡Me cachis de nuevo!
Como no quiero registrarme, borraré los videos que
sobrepasen el número de veinticuatro.
Por suerte, uno de los vídeos va de caracoles, que
son hermafroditas.
Quizás eso me dé una tregua.
¡Ay, mi Bertol! Qué ajeno era a la cruda realidad,
cuando de joven te leía... primero se llevaron a los negros, ...
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