Palmeral. |
Tengo
frio.
He
pasado una noche inquieta.
Hoy
se cuenta un aniversario, que, no entiendo por qué, a opinión de terceros es dannato,
maldito.
Me
viene a la mente un paisaje curioso, incluso quizás atractivo, que recreo en el
vídeo del enlace.
Es
un palmeral.
O
quizás sería más propio decir un jardín.
No
importa como lo llamemos, porque a los efectos de mi relato es el fondo, no la
forma, lo que me interesa.
Es
un lugar original, decorado con plantas vivas.
Pero
es un espacio muerto.
Como
un bodegón.
Las palmeras son bonsáis en sus macetas.
No me explico cómo aguantan derechas; o las macetas están empernadas al suelo, o están desfondadas y dejan que la raíz de su inquilina profundice y se ancle en la tierra, atravesando, aérea, los locales de debajo.
Si
no tiene truco, poco futuro tiene ese jardín.
Hay
estructuras humanas a las que les pasa lo mismo.
Se
diseñan conforme a formas clásicas, pero se quedan en las formas, ausentando el
fondo.
Se
llaman como sus originales, pero les falta la chicha.
Son
bodegones. Están muertas, aunque sus protagonistas estén vivos.
Visto
lo visto,
Creo
que ya es hora de pensar en prepararme para hibernar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario