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miércoles, 2 de noviembre de 2022

Dar calabazas (Cucurbita).

 

Boniatos. (Ipomoea batatas).


asando castañas. (Castanea sativa).

Cuando las cosas van bien y el tiempo lo permite, me meto entre pecho y espalda una crema de calabaza casera, que hay que comérsela de rodillas.

Ahí se acaba mi buena relación con la calabaza.

Toda la vida me han dado calabazas y en el colegio parecía un agricultor.

Así, estadísticamente, puedo decir que no me gustan las calabazas (Cucurbita).

Sin embargo, cada año por Todos los Santos, tengo que soportar las calabazas hasta en la sopa.

No entiendo la afición desmedida hacia esa costumbre americana de Halloween y sus calabazas.

En España tenemos castañas (Castanea sativa) y boniatos (Ipomoea batatas).

No hay que disfrazarse para disfrutar de ellos, se puede gozar de las castañas a palo seco, yendo vestidos normales y comiéndolas calentitas desde un cucurucho de papel de periódico, paseando tranquilamente por la calle.

Cuando era chico se agradecía el calor del cucurucho, porque en la calle hacía frio.

Pero este año no, porque hace calor y voy por la calle en mangas de camisa. Mucha gente en manga corta.

Los boniatos no, hay que comerlos sentados, pero son un postre muy rico y sano.

Tampoco entiendo lo de los disfraces de miedo.

Ya bastante nos agobia la vida, como para que el día en que podemos descansar tranquilos, tengamos que ver tanto adefesio. ¡Truco o trato! ¡Pero si son como los de Hacienda!

Eso es subjetivo.

Lo de la calabaza no.

Reitero que el hombre no desciende del mono, sino que tiende al mono.

Y Halloween es una evidencia de ello.

El hombre es un mono de repetición.


Por cierto, he cambiado la cabecera del blog. Todavía tenía la de verano.



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