Páginas

miércoles, 14 de mayo de 2025

Mi corta carrera, como profesor de historia económica de España, en la universidad de Barcelona.

 

Arco iris y cortijo Huerta grande, vistos desde mi cortijo Huerta chica. 

Fui un buen estudiante, con sobresalientes y matrículas de honor en mi carrera como economista.

Pero lo más contrastable, es que fui uno de los pocos alumnos, creo que cerca de la veintena, de entre los cientos que la empezaron, que acabó la carrera en cinco años. Podría testificarlo el propio Hortalá, entonces decano, si todavía vive.

Hortalá, era entonces miembro del partido político, esquerra republicana de Cataluña. Leí que fue acusado de abusos por su secretaria y no sé cómo acabó el tema. Imagino que, siendo político, acabaría de rositas, pero es incómodo en el día a día, tu entorno social te conozca como acosador sexual… bueno, a algunos les da lo mismo.

Si lees en Wikipedia, le verás un currículo impresionante, incluido el haber militado en el partido de Jordi Pujol, con lo que todo está dicho, incluida la verosimilitud del currículo.

Creo que también fui un buen profesor, aunque en el seminario me tomaban por tonto, porque preparaba mucho las clases.

No tenía amigos, aunque me apreciaba mucho otro profesor, que era miembro de un partido extra parlamentario de extrema izquierda. El afecto era mutuo.

Yo no tenía adscripción política, aunque algunos envidiosos mermados de cerebro me tachaban de facha, porque me empeñaba en asistir a todas las clases, aunque hubiera huelga y en convocar huelgas cuando a los zurdos no les interesaba; en mis años de carrera, en la facultad de económicas de Barcelona, no había derechas e izquierdas, había izquierdas y yo.

Suena pedante, pero era así. Y eso resultaba molesto para todos, para ellos y para mí, pues me resultaba incómodo pasar constantemente tensiones frente a una turba de papanatas.

Hasta tal punto fue así que un día, faltando poco para mi tercera renovación del contrato, me llamo por teléfono Hortalá y me dijo; no tengo más remedio que renovarle el contrato, pero si viene usted por aquí, pone en riesgo su integridad física.

Mi paciencia y actitud ya las tenía acreditadas con los dos años que llevaba en aquel gallinero. Pero, por cortesía consulté con el catedrático que iba a dirigir mi tesis, Pedro Voltes. El pobre se asustó un poco. De manera que desistí. Al poco el catedrático sufrió un infarto, creo que a causa de la presión y de las miserias que le hacían pasar los zurdos de la facultad. Dejé de preparar la tesis y me fui más feliz que un ocho, a dedicarme a mis bichos y a navegar.

Y luego a irme al desierto de Almería, de pastor.

No me arrepentí nunca de ello. De hecho, cuando años más tarde mi hijo mayor, después de hacer su doctorado en Málaga, me planteó que quería dejar a la universidad, le animé a ello, para su sorpresa, creo. Y es que mis hijos nunca me han conocido, ni creo han tenido el menor interés en hacerlo.

Debo aclarar que tanto esquerra republicana de Cataluña como al partido del Pujol, hoy Junts per Catalunya (juntos), los conocía muy bien desde dentro, por lo que me atrevo a afirmar que haber militado en ellos, sólo es un mérito para nombrar en Wikipedia.



Posdata:

 

Lo que aquí he narrado, fue mi primer contacto con una jerarquía del partido político esquerra republicana de Cataluña.

Pero no fue el único. Años después, ejerciendo como economista en el ayuntamiento de Barcelona, estuve al servicio como director económico de un organismo en el que estaba al frente un tal Portabella, el alcaldable a Barcelona de esquerra republicana de Cataluña.

Como deducirás querido lector mi conocimiento de ese partido llegó a ser amplio.

Por eso no me ha sorprendido saber que ese partido de ideología comunista, se encuentra hoy, al parecer, bajo fundadas sospechas de encubrir una amplia red de pederastia y fraude inmobiliario, con fondos públicos, en ámbitos de la generalitat de Cataluña, que están bajo el poder de ese partido.

Rasgos comunes que vi, en personas que conocí de Esquerra, eran la falta de moralidad y el fanatismo, ambos condimentos imprescindibles para protagonizar las aberraciones y fraudes que se les sospechan hoy.

Hubo una excepción; un hombre de aspecto y porte duros, en el que vi un toque de nobleza interior, no sé si real o torpe apreciación mía. En cualquier caso, un toque de advertencia a los peligros de la generalización, que aquí no aplico, pero que en conciencia, advierto.

Me entristece y escandaliza ver que semejantes monstruos, forman parte de la sociedad y tienen capacidad para tomar decisiones que destrozan a otras personas y especialmente a niños.

Hay casos en los que te puedes plantear, si realmente no tenemos que tomar ejemplo de sociedades punteras como la China, en la que la cadena perpetua y la pena de muerte, forman partes de su sistema jurídico para crímenes contra la sociedad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.