Plátano de sombra (Platanus sp.) |
La buena de Angélica, colaboradora eventual de este Blog, devorada por un plátano de sombra (Platanus
sp. probablemente centenario), en Estambul. Mala gente los plátanos de
sombra turcos.
Este árbol tan frecuente en nuestros parques puede ser un
peligro para el paseante, pues recibe el ataque de un hongo que destruye el tronco del árbol de
dentro a afuera, debilitándolo.
En Barcelona se ven ejemplares grandes con los
huecos rellenos de hormigón ¡menuda chapuza!, para intentar dar consistencia al tronco.
Es frecuente ver plátanos ahuecados, es incluso
característico, “Plinio menciona un plátano con una enorme cavidad donde
pernoctaron hasta 18 personas en su interior” (J. Elías Bonells. “jardinessinfronteras.wordpress.com”.
Sevilla, 2016).
Por su hoja grande y abundante es un buen fijador de polvo y
contaminación y amortiguador de ruido, por eso es tan popular.
En la Ciudad
Condal, durante el siglo XIX se alternaban los cultivos de acacias y plátanos
según el color político del gobierno municipal.
El plátano de sombra era el
favorito de los gobiernos “conservadores”, mientras que las acacias eran los
favoritos de los consistorios con mayoría “progresista”.
De entonces a hoy el
porcentaje de plátanos en Barcelona sobre el total de árboles urbanos, se ha
reducido a la mitad, en correlación a su decadencia como gran urbe.
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