El trato con los animales requiere paciencia y movimientos lentos y sin brusquedades.
Aquí vemos la mano del Asensi dando de comer a llíseras
del Port Olimpic de Barcelona. Durante años, desde la popa de su Kipling
(un velerito de orza abatible de 23 pies, estuvo cada día, a la misma hora,
dando de comer a mugílidos (los que más acudían) del puerto. Los peces se dejaban coger e incluso
permanecían en su mano cuando lentamente los sacaba del agua.
La
foto no está perfecta, pero es que José María
tenía una mano en el agua, con otra hacía la foto y se aguantaba al
barco con… la cola prensil...
El Kipling es un Serviola 23 (construido
en fibra de vidrio con motor intraborda Volvo diesel), en unos astilleros del Mar Menor de Murcia, uno de los pocos
astilleros españoles que han sobrevivido a
la invasión de las multinacionales del sector. (Esperamos que sigan operativos).
El Kipling navegando frente al Port Olimpic de Barcelona. Foto: Isabel).
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