Tiana (Barcelona), y la naturaleza, nuevas víctimas del totalitarismo nacional-socialista catalán.

Acabo de recibir un wasap que te traslado arriba.

Al final pongo el enlace que acompañaba el mensaje, al que podrás acceder y utilizar luego el traductor de Google.

La víctima:

Por lo pronto, te traduzco los textos de las fotos.

 

No a los pisos dotacionales de Cals Frares

Paremos este despropósito en el pueblo de Tiana.

El Ayuntamiento de Tiana anula un proyecto ya aprobado de construcción de un bosquecito para construir tres edificios para gente del área metropolitana

No se saben las causas por las que el Ayuntamiento ha regalado los terrenos a la asociación de municipios de Barcelona a cambio de nada

Cuarenta pisos para gente con problemas y de fuera de Tiana

Los responsables:

El alcalde.

Los suyos.

Este es el enlace anexo al wasap, donde podrás ampliar la información.

Postdata.

No acabo de tener clara esta noticia, que me parece atroz.

Llevo tiempo escuchándola, pero te aconsejo que te documentes más sobre ella.

Es demasiado bestia como par ser verdad, pero vivimos unos tiempos de desquicie, impunidad y abuso de poder que la hacen posible.

No querría colaborar en ese tráfico de mentiras y verdades a medias, ni tampoco guardar silencio ante ello.

Me fio de las fuentes, pero también César se fiaba de su hijo.

Amplía la información del mejor modo que tengas.

Posdata a 10 de octubre de 2024.

Esto es la historia interminable.

Resulta que cuando por segunda vez daba por zanjado el tema de Tiana, me he topado con este escrito del doce de septiembre, que tenía olvidado en el cajón de desastres.

No en el cajón de sastre, donde guardo artículos de cualquier índole, sino en el cajón de desastres, donde guardo artículos funerarios.

Como ya estaba escrito y tenía esta entrada dedicada al tema, he pensado; antes de tirarlo a la papelera, mejor lo subo al blog como otro anexo de la entrada.

De todas formas, el tema que nos ocupa ya estará olvidado y a la ciudadanía probablemente le importa un pimiento, que en el terrenito de marras se ponga un bosque, un bloque de pisos, o un local social para jubilados del Ku Klux Klan.

Al fin, como escribía Víctor Hugo, entre un gobierno que lo hace mal y un pueblo que lo consiente, hay una cierta complicidad vergonzosa.