Modelado por el viento en arenisca. (Cabo de Gata, Almería). |
Como ya he contado en el blog, a medias, pero lo he
contado, pasé unos años sabáticos el desierto de Almería, ejerciendo varios
oficios relacionados con el campo y para no caer en la indigencia, de la economía
y de la divulgación cultural.
Puedes entretenerte utilizando el buscador del blog.
No todo fue sencillo.
Me sucedieron varias desgracias.
Entre las que puedo contar ahora para inspirarte; una conspiración
instigada por el malvado Rafael, ¡malditos cuñados!, para desalojarme de mi
cortijo.
Pensarás, ¡pero esto es una maniobra propia de un desequilibrado mental!
¡Y eso es lo que era el mal ha dado!
Malo, pero no tonto, pues consiguió parcialmente su objetivo.
Parcialmente, porque sobreviví, al contrario de
otras de sus víctimas.
O el robo por un aparente inofensivo padre de familia,
de una buena parte de mi patrimonio.
O la frustración de una vieja separada, al no alcanzarme
como objetivo y conformarse con mi cuñado malo, para ayudarle a alcanzar su
objetivo de expolio.
No quiero incidir en eso, porque me trae recuerdos de
miedo y perversión.
Fin de la historia, por ahora.
Al respecto, estoy escribiendo una novela que se titula
Como sobrevivir a una mafia cutre pero peligrosa.
Mantente atento a las novedades editoriales.
Sirva esta entrada para hacerte boca de la novela,
en la que narraré la miseria humana hasta el límite que me permita la actual
legislación sobre cotilleo y mi sentido del pudor ajeno.
Al fin y al cabo, todo eso es historia natural.
Historia del más animal de los animales. Un capítulo
aparte.
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