Conócete a ti mismo.

Mucho potencial, pero completamente vacío.

Días aciagos me han mantenido lejos de la tontuna del blog, aunque por las fechas de las entradas no se pueda apreciar esa ausencia.

He estado ocupado en constatar un fracaso existencial.

Seguir el consejo de la inscripción del templo de Apolo; conócete a ti mismo, atribuida genéricamente a los Siete Sabios de Grecia, ha sido una ocupación sobrevenida por las circunstancias, que debería tener resultados positivos, aunque ignoro cuales serán. Si son.

Afortunadamente el día ayuda pues está muy nublado y probablemente días sucesivos sigan ayudando, pues el cambio de luna de agosto suele coincidir con un desastre meteorológico; cambia el tiempo estival y se inicia una inestabilidad precursora del otoño.

Hablo de mi Mediterráneo.

No sé qué ocurrirá en otros lares.

En definitiva, que he dejado desordenado en el baúl, todo lo que he  escrito y filmado estos días, esperando a que se apolille o a cambiar de opinión.

De paso y para no perder el tiempo en conocer a un simple, he intentado conocer también a un miserable.

Y he descubierto que ese miserable a quien intento conocer, tan solo es un tonto, probablemente excitado por el alcohol y otras miserias personales. Me refiero al Putin.

Napoleón hizo una guerra. Fue en gran estratega y creó el Código Napoleónico.

César hizo una guerra, fue un gran erudito y notable estratega y organizó un imperio que tiene buena influencia en nuestra sociedad actual.

Putin ha hecho una guerra, es un estratega de opereta y un ex espía, torturador y criminal en activo. Con fans, que para los gustos se hicieron los colores. 

No puede aportar en su currículo, ni que haya veraneado en Benidorm con el IMSERSO.

Postdata.

¡Hay Daniel, si supieras cuantas veces me acuerdo de ti! Cada vez que hablo de un asunto que no es estrictamente y al pie de la letra lo que se pretende que diga.

¡Disperso este blog!

¡Bandarra!