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lunes, 28 de febrero de 2022

Excursión dominguera y "paellada".

Dando la bienvenida, un olivo y unas tinajas de agua, vino o aceite, esencia de Occidente.

Ya he narrado otras excursiones domingueras en el blog. Pero la de este pasado domingo me ofreció alicientes inesperados que me justifican traerla aquí.

Era un encuentro entre varias familias para disfrutar de una paella.

Nunca hay que decir que no a una paellada, a una calçotada o a cualquier reunión gastronómica campestre con gente afable, especialmente si son católicos.

¿Por qué digo esto? Porque si son católicos rectos, deben cumplir la enseñanza del apóstol Pablo, que en un escrito a los Efesios les instruía sobre cómo deben realizar el trabajo.

Les decía... Esclavos, obedeced a vuestros amos temporales con respeto, lealtad y de todo corazón, como si fuera a Cristo servidles no sólo cuando os ven, como para quedar bien con ellos, sino como esclavos de Cristo, haciendo de corazón la voluntad del Señor; servidles de buena gana, como si fuera al Señor y no a hombres, considerando que el Señor retribuirá a cada uno todo el bien que haga, lo mismo al esclavo que al libre. (Efesios 6.7) Esto se lo decía desde la cárcel en Roma, lo que también es un designio de cual es el destino que con mucha probabilidad espera a los católicos coherentes.

Esta exhortación algunos la ven como un canto a la sumisión, pero yo la interpreto como una llamada al perfeccionismo, al trabajo bien hecho.

En fin, a lo que iba. La paella resultó deliciosa porque estaba salteada con una profusa cantidad de tropezones, y precedida de una ensalada que no desmerecía.

El entrante, una magnífica ensalada con tomate Solanum, nuez Juglans y una o dos variedades de ensalada, Lactuca, aceitunas, Olea, lácteos y cosas modernas, de esas que van en bolsas que dicen que son comida. Había tanto, que me distraje y me olvidé de probarla.

Todo regado con agua y vino propios de cualquier comida mediterránea, modernizada con refrescos bárbaros (naranjadas colas y demás tonterías).

La mesa estaba adornada con flores muy bonitas en maceta, lo que fue de agradecer, frente a la costumbre de adornar con cadáveres de flores.

Traigo aquí lo que me entretuvo y quiero compartir por su belleza, ya que no puedo plasmar en imagen el ambiente acogedor en el que se desarrolló la paellada.


El postre, adrenalina para los más jóvenes, a bordo de briosos Ferraris ( es roja esa marca, ¿no?).
Si quieres leer sobre otras de mis modestas excursiones domingueras, pulsa aquí:

¡Paseo dominguero...¡qué burros!

... o Aquí; 

Otro paseo dominguero, con las botas puestas.



miércoles, 23 de febrero de 2022

Las ventajas de la mascarilla.

La mascarilla, más carilla de Europa.

 No te has de afeitar cada día.

Si eres mujer, no te has de depilar el bigote.

Si te falta un diente como un incisivo o un canino, no te ha de preocupar el sonreír.

Olvídate del mal aliento, no se nota.

No te ha de preocupar si has removido un moco al urgarte la nariz.

Puedes sacarle la lengua a tu jefe en su cara.

No has de sonreír al vecino incómodo.

Eso sí, al desecharla, hazlo en el lugar adecuado.

domingo, 20 de febrero de 2022

Luna de invierno.


Luna de invierno. Foto: A. Regidor.

Una luna redonda de un blanco sucio, cruzada, a modo de luto, por una cinta oscura. 

Si fuera pagano, vería un  mal augurio y no entraría en batalla o haría algún sacrificio cruento a los dioses.

Pero como soy cortito, sólo digo. ¡Qué bonito!

domingo, 13 de febrero de 2022

Mi mascota y un servidor. Lección práctica de Etología.

Estoy arrellanado en el sofá y tengo al perro a mi lado, completamente pegado a mí. Tiene la cabeza sobre mi pierna y está adormilado de lo bien que se encuentra.

Es una paliza ser el almohadón de mi perro, pero él se siente bien y eso le da mucha paz. Es bueno dar paz, aunque sea a un irracional.

Se encuentra bien y seguro, bajo la sombra del jefe de la manada.

Luego, hará todo lo posible para, a su modo, agradecerme esa paz y seguridad que le doy. Me es fiel y protector.

No se debe tomar por irreverente el hecho de que esta situación me traiga a la cabeza, que es una relación parecida a la del hombre con el Creador. También está él seguro y cómodo cuando se encuentra bajo su sombra.

En esencia es lo mismo; aprovechar la seguridad que da el que tiene más poder.

De nada sirve esa relación si no se cree que en verdad esa sombra viene del que tiene poder real.

Bajo el punto de vista de la Etología, la base es la misma: El individuo que se siente seguro bajo la protección del jefe de la manada.

Pero la diferencia esencial es que mi mascota es irracional y yo soy racional. Más o menos, según a quien se le pregunte.

Traducido esto al comportamiento, significa que mi mascota siente lo que siente porque la Naturaleza se lo dicta y no hay vuelta de hoja.

Sabe que le protejo y su reacción natural es sentirse cómoda a mi lado y comportarse con gratitud cuando tiene ocasión.

Pero a mí Dios me hizo libre y racional, por lo que puedo elucubrar sobre si la sombra protectora es de un ser superior o es la sombra de un árbol o de algo por el estilo.

Incluso si atisbo que lo que me proporciona la sombra es algo superior, puedo mirar hacia otro lado y pensar que es sólo la sombra de un árbol.

Y una vez decidida la naturaleza de esa sombra, puedo elegir sobre si le quiero estar agradecido y serle fiel o hacer lo que más me convenga.

Eso es lo que me inspira el bobo de mi perro, dormitando, pegado a mí, reposando su cabeza sobre mi pierna.


sábado, 12 de febrero de 2022

Médicos y Naturaleza.

 

Ayer fui al médico. No estoy especialmente mal. Estoy como siempre, pero me dio un pronto masoquista y me dije ¿Qué puedo hacer? ¿Me machaco un dedo con la puerta?, me hago un maratón de telediarios?... No eso es demasiado. Me Iré al médico. Y me fui.

Es bueno hacerse un chequeo de vez en cuando, pues la naturaleza bien mirada, empieza por uno mismo.

Tenía día y hora desde hacía un mes, pero tuve que esperar en la antesala, cuarenta y cinco minutos. Es una práctica habitual en la clase médica privada, hacer esperar a sus pacientes como signo externo de su autoestima y demanda.

En la espera me dio tiempo a pensar porqué a todos los médicos se les llaman doctor, cuando un doctor es un licenciado, que al acabar la carrera realiza el doctorado.

A un biólogo o a un abogado sólo se le llama doctor, cuando han realizado el doctorado.

Sin embargo, a todos los médicos se les llama por defecto doctor, hayan hecho o no el doctorado.

Por eso, digo que me fui al médico, que no sé si doctor.

Cuarenta y cinco minutos mirando la jeta con mascarilla de otro masoquista, son muchos minutos. Sufrí mucho. Lo pasé fetén.

Me arruinó mi sesión de masoquismo una llamada telefónica de José, con el que hablé de genética y botánica.

Noté que las enfermeras al verme animado y entretenido me miraban mal. Pero no me importó porque sus miradas me hacían sufrir.

Por fin me tocó ver al médico: Buenos días, siéntese, me dijo tras su mascarilla. No quería problemas y me senté.

Consultó sus notas, pero a pesar de ello, no atinó a quién era yo ni a lo que iba, a pesar de que me había citado él en la visita anterior.

Miró la analítica que le llevaba e iba rumiando..., bien..., no, no…, mal…, no bien... sí.. bien...

Me tuvo en vilo hasta que me di cuenta de qué iba.

Yo le importaba un pimiento y le estaba ocupando un tiempo precioso para él, pues iba con mucho retraso.

Me levanté y le dije; en fin, que estoy bien, gracias a Dios. Hasta la vista.

Me acompañó a la puerta y habló con una señora o señorita que estaba fuera y me dijo; para la próxima visita entiéndase con ella.

Pensé; me ha hecho esperar un montón, pero me ha organizado una cita. ¡Menudo detallazo! Mas ó menos, me ha compensado la espera.

Creo que la próxima vez me visitaré con el dotor de mi pueblo, que no sé si será tan ilustre, pero me quiere más.


lunes, 7 de febrero de 2022

Va de plantas.

 

Hola. Estos días estoy muy liado con la elaboración del Volumen 5a. Vegetales, de la obra; Canto al Creador.

En la solapa te anuncio el Volumen1, que ya edité en su día.

Lo tengo ya acabado a falta de los últimos detalles, esos que nunca se acaban. No tengo prisa.

Son 150 páginas con plantas bien conocidas y otras menos, pero comunes. No tienen localidad, aunque la mayoría son Mediterráneas, que es mi terreno de juego. Las fotos son originales, como en todos mis trabajos.

Es un librito para ojear a la sombra de un árbol, de la sombrilla en la playa, o en la paz de la celda o del dormitorio. En fin, para relajar la vista y el alma en la contemplación de la Naturaleza. Estoy contento de cómo me ha quedado.

Ya he comentado en el Blog, porqué edito sobre cincuenta páginas por volumen. En este caso me he salido de la norma, a medias, porque este Volumen 5 tiene 150 páginas. Pero lo he dividido en tres publicaciones: Volumen 5a, (algas, musgos y líquenes), Volumen 5b (setas) y Volumen 5 (otras plantas).

Más o menos. Con esto he seguido la pauta, sin salirme de mi norma. Me he hecho trampas en el solitario. Pero todo queda en casa.