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domingo, 31 de octubre de 2021

¡Stop, caracol!

 

¡Stop, caracol!

Una mano fuerte y autoritaria ha gritado:¡Stop, caracol!

Pero el caracol no ha hecho caso.

Ha seguido, lento, su rumbo y ha sobrepasado la mano.

O la mano aplasta al caracol, o le deja hacer.

¿Qué sentido tiene aplastarlo? Ninguno.

Dejarlo hacer nos proporciona un entretenimiento inocente e inocuo.

Imponernos a la Naturaleza suele acabar mal. Es más inteligente e instructivo, encauzarla y respetarla.

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